Querido lector, considero necesario exponer lo siguiente: “la 4T podría fracasar”. Pero, ¿Por qué digo que podría fracasar? La verdad es que transformar un país es una tarea sumamente complicada y lo podemos observar en las tres transformaciones anteriores. La primera transformación (Guerra de independencia), tardó 11 años la guerra, muchos muertos y otros muchos años más en adaptarse a una nueva realidad sin la dominación de la Corona Española, y me gustaría agregar que después de la guerra se quedaron en el poder muchos criollos sin tomar en cuenta a mestizos e indígenas. La segunda transformación, (Guerra de Reforma), es un periodo de transformación social caracterizado por la transición de la estructura de la Colonia y del Imperio, a la formación de un estado nacional basado en el orden constitucional. La tercera transformación (Revolución Mexicana), se trató del conflicto armado contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Y, ¿Qué hay de la cuarta transformación?, pues el presidente López Obrador ha dicho en reiteradas ocasiones que la 4T es, “la transformación de la vida pública de México”, y se logrará eliminando la corrupción pública y privada del país. Para lograr esta transformación que propone el presidente se requiere que su gabinete, delegaciones, gobernadores afines y de oposición, alcaldes, cabildos, legisladores, jueces, magistrados, ministros, empresarios, sindicatos y trabajadores pongan todo su esfuerzo en cambiar un sistema que lleva mucho tiempo institucionalizándose en el país.

Uno puede pensar que el presidente esta a la altura del reto de transformar la vida pública del país o no, pero lo que me resulta sumamente problemático de esta transformación es cuando analizo el, ¿Cómo se está implementando?, de nada sirve tener un presidente que quiera eliminar la corrupción,si los funcionarios públicos cercanos o lejanos a él, están en el servicio público por razones personales y no de servicio al país, es difícil pensar que esta transformación funcione si siguen existiendo delegados, gobernadores o alcaldes corruptos.

Por lo tanto concluyo, que la transformación podría fracasar por estas razones, a lo mejor se hace un cambio de formas,pero difícilmente se hará del fondo; posiblemente se legisle a favor de la mayoría y no de la minoría, pero sin reglas de operación claras para estos cambios; a lo mejor los niños y jóvenes entienden el mensaje de la transformación que requiere México, pero dudo mucho que los funcionarios actuales lo entiendan.