La ciencia ficción de hace 50 años es el presente. Hoy hay una diferencia, el lapso se acorta y la ciencia ficción de hoy será realidad en no más de 20 años. La inteligencia artificial avanza de manera cuántica, y lo que parece imposible será la realidad en un par de décadas. La aplicación de la inteligencia artificial en la investigación científica ha logrado avances impresionantes cuyo resultado aun se guardan “para no entorpecer las investigaciones”. El impresionante paso del bulbo al transistor de hace 50 años es pequeñez comparado con los saltos cuánticos que están por establecerse vendrán y que pescarán al mundo desprevenido generando impresionante y profundos cambios en lo científico, social y en lo económico.
El futuro Las clasificaciones de protección muestran que los robots están diseñados para resistir penetración de polvo y diversos grados de agua y vapor, lo que facilita la limpieza y previene la acumulación de bacterias en el exterior del robot como debajo de la carcasa. Implica que robots son aptos para manejar materiales y productos alimenticios pues se limpian fácilmente.
Los fabricantes de robots enfrentan un reto regulatorio pues no hay estándares para su implementación en la industria de alimentos y bebidas. Ante esta falta se creó uno de requisitos sanitarios mínimos para diseño, material y fabricación e instalación de sistema de automatización basados en robots (RBAS), el estándar sanitario 3-A que se aplica a los sistemas de robots industriales para procesamiento de alimentos, preparación u otras aplicaciones o industrias donde la limpieza y desinfección de equipos de proceso son necesarias.
La norma se aplica al robot y al equipo de sistema robótico auxiliar, materiales y requisitos de fabricación, de programación, del controlador, de cableado y preparación del robot, las herramientas y la instalación.
Aún no se acepta ampliamente en la industria alimentaria el robot que trabaja estrechamente con humanos. Los factores que limitan su aceptación son por falta de diseño para entornos limpios y de lavado y niveles de rendimiento, que no coincide con los robots para operaciones de empaquetado y paletizado y pick-and-place (agarrar y ubicar), aun así, Technavio predice que se espera que el mercado global de robots de colaboración para todas las industrias sea superior a 60% muy pronto, para 2021.
Para alinearse a las demandas impuestas por la tecnología, las empresas replantean su modo operativo para integrar operaciones por lotes. Otro avance es la adopción de la automatización pues mejora la calidad y el rendimiento, el entorno de trabajo, y libera al empleado de tareas pesadas y monótonas.
El robot es parte importante de la automatización, como se comprueba en las automatizadas plantas de Orkla Foods, donde permitió la automatización total de la línea de producción en Suecia, es parte del Grupo Orkla Noruega, con facturación anual de 560 millones de dólares y 1,500 empleados. La fábrica de Suecia, se utiliza desde el año 2 000 para producir Risifrutti, snack de arroz o sémola y puré de frutas. El sector alimentario sueco depende de la automatización para competir por la mejora de la eficiencia y el control, pues la automatización reduce el marcado incorrecto y aumenta la calidad. Risifrutti es el snack más famoso de Suecia.