En 2018 fueron 16 millones 667 mil 291 los delitos que se cometieron contra las mujeres, sólo se investigó 7%, 15 millones 609 mil 239 no fueron investigados. 90% de las denuncias no se presenta por temor a represalias, si el macho se entera, habrá golpiza. De allí la importancia de los albergues para mujeres en situación de violencia que el gobierno clausuró. El machismo se instaló con López. Del pueblo bueno surge 80% de las agresiones.
75% de los mexicanos considera que México es un país machista. Celos, motivo de 86% de las agresiones. El monstruo está en varones y mujeres, principales transmisoras de valores. Sumemos un serio problema de desintegración familiar. Motivos: la millonaria migración campo-ciudad que rompe los hogares, la migración a Estados Unidos que deja hogares incompletos, y algo terrible, la irresponsabilidad de los padres. Hay millones de niños que no saben los nombres de sus progenitores. La familia mexicana, armoniosa y unida, es excepción. La mayoría mexicana profesa la religión católica; ahí está la gran mayoría de golpeadores y asesinos. La Iglesia Católica debe asumir un papel crítico, no silencio.
Deberíamos tener un registro público de los golpeadores. La mayoría es reincidente. De allí el valor de la iniciativa 3 de 3, para que candidatos y servidores, no sean deudores de pensión alimenticia; no sean acosadores; no sean agresores por razones de género. Los golpeadores están en todos los ámbitos, las empresas deben sumarse. Que no se les promueva, se les exhiba. Allí está el nudo cultural. Las mexicanas no denuncian por miedo al agresor y porque no creen en las autoridades, por la actitud hostil de estas o por temor a ser extorsionadas.
Esa actitud encierra terrible discriminación. A las mujeres se les trata con prejuicio y estereotipos. Las autoridades les preguntan si estaban alcoholizadas, si tenían una relación con el agresor, si están seguras de querer denunciar. Todo el camino a la denuncia es terror. Por eso debe haber políticas de género para los Ministerios Públicos Investigadores. Las mujeres víctimas deben ser prevenidas del horror que les espera en la que debe ser antesala de la justicia. Las mujeres deben hablar con seguridad, sentirse arropadas por una sociedad consciente de la trampa.
En México, una niña es asesinada cada día: 13% de las niñas menores de un año no están registradas; 70% de los delitos de trata de personas involucra a mexicanas menores de 17 años; 60% de la pornografía infantil del mundo se produce en México; 80% de los casos de abuso sexual a niños ocurre dentro del hogar. Ser menor y ser niña, es vivir en el infierno.
51% de la población son mujeres; 29% de los hogares lo encabeza una mujer; 22 millones de mexicanas aportan de manera formal a la economía nacional, 80% del trabajo doméstico lo realizan mujeres. La violencia y el feminicidio ahogan a México.
Ver una conspiración en el paro es enfermizo. Allí está la arrolladora y dolorosa realidad. El problema está dentro de nosotros.