La ignorancia es la madre de todos los vicios, eso lo saben en especial políticos y gobernantes. Un grupo social en la ignorancia se manipula con facilidad, es dócil, responsabiliza a terceras personas de sus desgracias, espera la ayuda divina para salir de su eterna condición de dolencia, guarda resentimientos sociales por lo que es presa de grupos de poder que establecen condiciones favorables para sus intereses.
Ignorar es no saber, no tener idea de nada, no inquirir ni cuestionarse, no inquietarse, no registrar, no aprender, no discurrir, ni reflexionar, ni pensar, ni inferir ni conjeturar; y no se trata tanto de ciencia como de conciencia. El ignorante ignora, está ausente e inconsciente. No aprende, no incorpora. Son seres que pasan por la vida mirando sin ver, oyendo sin escuchar y hablando sin decir nada.
La ignorancia es la falta de respeto a la inteligencia, porque se ignora, no se usa, se deja de lado, prefiriendo el ignorante actuar por reflejo. El ignorante reacciona y no piensa, es instinto y su característica es la violencia. Como no puede encontrar un lugar por su ignorancia, se apodera de lo ajeno para saciar sus apetencias, pero fracasa por ignorante.
¿Cómo se hace para salir de la ignorancia? El ignorante, si quiere salir de esa posición, lo primero que tiene que hacer es aprender a mirar, a escuchar y a hablar.
Aprender a escribir, esencial para desarrollo de la inteligencia conceptual. Hoy son pocos los que saben escribir correctamente y que logran expresar una idea clara a través de la escritura. En lugar de ello, utilizan signos que cuentan con el consenso de su grupo, ininteligibles para el resto del mundo.
Una vez que la ignorancia pasa a un estado intermedio, aprendiendo a escribir, pueden comenzar a leer. El gusto por la lectura viene de tener la capacidad de leer fluido, en forma rápida y automática, sin necesidad de descifrar signos. El ignorante adopta la forma de pensar de la mayoría, que es la que no piensa, para no tener que discernir.
El presidente López sabe usar la ignorancia a la perfección. Millones de “memes” circulan por las redes sociales con motivo de la carta a España en la que exige que ese país pida perdón por la catástrofe que los conquistadores causaron en los pueblos americanos. El presidente López sabe perfectamente lo que hace. Sus palabras están medidas, calculadas, planeadas, al igual que sus decisiones y actos.
Sabe que el país está a la espera de sus mensajes, opiniones, hechos, para ridiculizarle, como hicieron con Peña Nieto. Sabe la manera ignorante de reaccionar socialmente. Millones de horas dedican a entretenimiento circense los mexicanos. No es el presidente López la causa, la causa es la ignorancia que campea en la sociedad, que responde a tonterías dejando de lado los aspectos fundamentales para la buena conducción de México. Dejemos a España la respuesta a López.
Enviemos una carta al presidente López exigiendo congruencia. Critica a regímenes pasados de los problemas que sufre el país y no gobierna para solucionarlos y tiene en su administración a políticos y gobernantes que se encumbraron con Carlos Salinas. La verdad está a la vista, pero el presidente López, fan del beisbol, lanza “bolas de humo” para tapar la histórica y dolorosa realidad que nos agobia y es causa de los males de los mexicanos, su terrible fe depositada equivocadamente, en la ignorancia.

Ignorancia
¿Cómo se hace para salir de la ignorancia? El ignorante, si quiere salir de esa posición, lo primero que tiene que hacer es aprender a mirar, a escuchar y a hablar.