Vea atrás, en la historia. En los imperios antiguos, en organizaciones religiosas. ¿Dónde no hubo asesinatos políticos y corrupción? Es deficiencia humana que, por miles de años en lugar de corregir, afianzamos en la sociedad. Corrupción, crimen, violencia, robo, irrespeto. Con Lozoya y los videos se montará circo en grande, plataforma que mostrará que la corrupción es de regímenes pasados.

A destruir estructuras políticas y cimentar a López. Son justificadas las acusaciones de López al sistema que la Revolución estableció, desde el desarrollo estabilizador pervertido en los siguientes sexenios, a su clímax con Peña. Si un modelo socioeconómico y político tiene por objetivo alcanzar un desarrollo general justo y equilibrado, nuestra realidad muestra que los gobiernos dejaron a las mayorías en condición lamentable en materia de salud, educación y justicia social. Independientemente del esquema que hubiésemos adoptado, hace décadas una vergonzosa corrupción se adueñó de la sociedad, bloqueando la posibilidad de desarrollo incluyente. Los progresos tecnológicos y financieros beneficiaron al grupo que se colocó en condición de privilegio, dejando a un lado a las mayorías ansiosas de atención.

A la consolidación, contribuyeron herederos de la Revolución que, en la pacificación y cambios, sucumbieron al atractivo de arreglarse con intereses del alto empresariado: la banca, transportes, industria pesada, farmacéuticos, energía o comunicaciones.

El éxito político de López se basa en su constante llamado a la conciencia popular sobre la penosa realidad nacional y su promesa de remediarla, esquema familiar en muchos países. Abusos e injusticias prohijadas por grupos privilegiados provocan la reacción popular en cuyos hombros se alza el nuevo programa que propone solución justa y promete frutos de una utopía que no se alcanza. La historia presenta el episodio de desorden que la transición provoca y obliga a disciplinar para llegar al éxito. Se decretan mecanismos que reprimen la libertad y se reglamenta la realización persona, pero un nuevo grupo corrupto queda sin restricción.

Nuevos actores, astutos, ávidos de riqueza, se instalan. Después del fracaso pasan años para restablecer la concordia y recobrar el potencial nacional en libertad, pero, en el lapso del fallido experimento social, muchos recursos y vidas se sacrificaron.

Es indispensable entender, que la corrupción surge espontánea de la condición humana y que es uno de los vehículos de los que se valen los oportunistas para ganar riqueza, ventajas, influencia, favorecer sus intereses y perpetuar su poder desplazando derechos y aspiraciones de las mayorías. Algunos países aprendieron a controlar la corrupción poniendo dique, implementando castigos severos, destituciones y encarcelamientos, incautando riquezas mal habidas.

No debemos permitir que la pseudo cruzada de López contra la corrupción, sirva de pretexto para establecer sistemas autoritarios incapaces de producir el bienestar y la justicia, que es la meta a la que todos aspiramos para nuestro país y que no se alcanza sin un sabio respeto a la libertad y a la Constitución, ambas odiadas por López pues son un freno a su ambición. Con López, el fin, justifica los medios.