Resulta que la alianza “Va por México” que integran PAN, PRI y PRD impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación la Ley de Revocación de Mandato.

Dicha ley, que fue aprobada por el Congreso de la Unión y publicada en el Diario Oficial de la Federación, permitirá que por primera vez en la historia de México se realice en marzo del año entrante un gran ejercicio democrático en donde se le pregunte a la gente a medio sexenio, si quiere el pueblo que el presidente se vaya, o continúe.

Pero ahora, panistas, priistas y perredistas señalan ante el más alto tribunal del país que la pregunta desnaturaliza el ejercicio, que, a su juicio, más que ser de ‘revocación de mandato’ parece de ‘ratificación de mandato’.

Para mi, si lo que debe privilegiarse es la democracia, lo más relevante debe ser que la pregunta sea clara. Y sí lo es. La cito para ilustrar:

“¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”

Las respuestas que vendrán en la propia papeleta, serán:

. Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza
. Que siga en la Presidencia de la República

Sin embargo, sorprende la hipocresía de la oposición, pues sobre este tema, recuerdo, en el Senado cuando se encontró el consenso se aprobó con 101 votos a favor y dos en contra, con el consentimiento de las bancadas de “Va por México”.

Incluso, Claudia Ruiz Massieu (PRI), Julen Rementería (PAN), Miguel Mancera (PRD) y Noé Castañón (MC) precisaron que en los términos en que fue aprobada la Ley de Revocación de Mandato no se desvirtuaba el mecanismo, y reconocieron la construcción de acuerdos.

Entonces, ¿De qué se duelen ahora si desde el Senado PRI, PAN y PRD participaron en la construcción de la mejor versión de esta ley, y de la pregunta? ¿A caso creerán algunos miembros de estos partidos que engañan a los mexicanos con un grupo de diputados que acuden a la Corte a un juego mediático absurdo?

Además de ser incongruentes con sus propios Senadores de partido como ya se explicó, exhiben su profunda simulación: toda la vida han dicho ser demócratas, y hoy que el pueblo tiene ante sí el más demócrata de los ejercicios que hemos tenido en el país, lo impugnan.

Hipócritas. Y cobardes, pues sin darse cuenta con esta impugnación al ejercicio de revocación de mandato, ponen de manifiesto el miedo que les da asumir que la mayoría de los mexicanos respaldará al Presidente de la República el marzo que viene.