El Ayuntamiento de Tampico que preside Mónica Villarreal Anaya tiene entre sus miembros del Cabildo a una regidora transgénero, es algo que estaremos viendo en lo sucesivo con mayor frecuencia, y de eso han adquirido conciencia los políticos en el poder. Nada menos, la Presidenta Claudia Sheinbaum en su mensaje del primer día de su gobierno, al hablar de democracia, de la igualdad que se ha logrado, se refirió a la posibilidad de que una persona no heterosexual llegara a gobernar a México.

El tema es que no cualquiera, asume con probidad algo que ya tiene sustento legal y sentido humano, sólo Mónica Villarreal en Tamaulipas, pudo realizar con determinación la inclusión en su planilla de un elemento con una personalidad que aún es muy cuestionada por la sociedad, y con ello dio el banderazo de lo que será una tendencia en las próximas administraciones públicas, de municipios e incluso estatal, y en la Presidencia de México, como refirió la Presidenta Sheinbaum.

Lorena Ortiz Ramírez es la regidora transgénero número 12 del Ayuntamiento de Tampico, es un elemento que tiene en su haber un historial de gestoría y de servicio a la comunidad en general, no sólo a la comunidad LGBT. Los medios de comunicación reportan en los primeros días de su desempeño en el Cabildo, que es muy solicitada principalmente por madres de familia con problemas, signo de que despierta confianza.

Lo cierto es que, precisamente por su condición de ser una figura extraordinaria, la primera de su género en un desempeño público, es observada por la sociedad y los medios de comunicación, es de esperarse que se le exija más que a sus homólogos, estarán pendientes de los errores que pueda cometer. Habrá quizá muchos de “closet”, pero Lorena es un caso único hasta ahora en una manera abierta, y la atención pública está sobre ella.

La regidora Ortiz  Ramírez tiene una gran responsabilidad, lo que haga o deje de hacer, servirá para abrir o cerrar puertas a otros elementos de su misma condición, sus posibles errores pueden ser motivo de reproche para otros personas transgénero, igualmente sus aciertos servirán para avalarlos.

Estas personas tienen fama de ser esforzadas, tienden a ganar prestigio por sus méritos en su actividad laboral o profesional para compensar la descalificación social que de manera gratuita se les aplica. El tema es que estamos siendo testigos del nacimiento de una nueva era en el trabajo político, Mónica Villarreal dio el banderazo en Tampico y Claudia Sheinbaum también reconoció que este sector está ahí, y que tiene las mismas oportunidades que los heterosexuales.

La historia en este derrotero apenas se empieza a escribir en México, en eso nos llevan ventaja muchos países de Europa, es un proceso que prácticamente inicia con el reconocimiento de los matrimonios igualitarios, es decir del mismo sexo, a partir de ahí es una figura legal y  una circunstancia que da origen a su aplicación en otras actividades en este caso la política, porque no basta que sea legal, hay que construir el ánimo social para la aprobación y respeto de la figura pública.

Esta aquí llegamos, porque tengo problemas con la computadora, será una de las colaboraciones más cortas en mi record de 50 años.