En ocasiones, la sabiduría popular reflejada en sus proverbios, falla.

Uno de esos casos se da en una frase conocida: “En donde hubo fuego, cenizas quedan”. Y aunque no lo crea, resulta que hay experiencias en las cuales ni esos rescoldos aparecen como secuencia. Tal vez porque ahora se trata de fuegos artificiales.

Permítame dar un ejemplo de esa percepción personal.

Ayer, la Secretaria de Salud en el Estado, Gloria Molina Gamboa, compareció ante el Congreso Local para pormenorizar los teóricos avances del sector bajo su responsabilidad en un año de gobierno. La glosa no funcionó como esperaban, porque en lugar de una exposición de avances se convirtió en un inédito y rudo bombardeo de acusaciones y deslegitimacioness.

No es sorpresa. Suele ser éste el escenario de esas comparecencias ante los diputados locales, pero en este caso existe una diferencia: los señalamientos fueron y son verdades evidentes.

No es un secreto que el mando sanitario estatal descansa en manos que no conocen a la Entidad y tampoco lo es que sus colaboradores, como dice la voz popular son “de dulce, chile y de manteca” porque integran un alegre catálogo de los estados que componen a la República. Muy plural la Secretaría, pero en los hechos también muy confundida, porque no se sabe cuál es el norte y cuál el sur.

Lo anterior es sólo una pequeña semblanza de lo sucedido ayer en la sede del Poder Legislativo, pero es sólo lo anecdótico. Lo importante se desprende de otros aspectos.

¿Dónde están los premios nacionales que la Secretaría cosechaba años atrás en diversos programas?

Los cito: Premio Nacional al primer lugar otorgado por la Secretaría nacional del ramo en el programa “Camino a la Excelencia” en el 2012; el mismo galardón en 2013 y también en 2014, con menciones especiales en rubros como la prevención y atención en VIH SIDA; Adolescencia; “Vete Sano, Regresa Sano” y también en detección y tratamiento en Cáncer de Mama, Dengue, Diabetes, Riesgo Cardiovascular, Adicciones e Infancia. Todos los reconocimientos se entregaron al año siguiente.

La lucecita de este año –que es un testimonio todavía para el trabajo del 2016– fue un segundo lugar en uno de los segmentos del mismo programa de excelencia, pero fue recibido casi tímidamente por el Subsecretario Alejandro García Barrientos. Vaya usted a saber por qué.

Es este el primer año de trabajo. Es también la primera vez que la doctora Molina y su equipo conocen realmente a Tamaulipas y es de esperarse que en el paso del 2017 al 2018 se generen mejores condiciones para la salud pública, derivadas del mayor conocimiento de la geografía tamaulipeca.

Bueno, por lo menos es una esperanza…

INQUIETANTE COTILLEO

Y para cerrar el tema de salud, un punto de cotilleo en la misma Secretaría.

La inconformidad del personal de esa dependencia empieza a agravarse por los espacios insuficientes, casi asfixiantes, para sus labores.

Mientras más de la mitad de los empleados tienen que apretujarse en medio metro de escritorio para cada uno, en el área de la titular se han derribado prácticamente todas las divisiones para crear una super oficina que ocupará casi todo el piso. Y los “sub” siguen fielmente el ejemplo de su superior.

El desaparecido psicoanalista alemán Erich Fromm, autor de “El Arte de Amar” y “El Corazón del Hombre”, tal vez lo explicaría con una expresión:

Es la Ley de la compensación…

LA FRASE DE HOY

“El problema es que pensamos demasiado en lo que pasó y en lo que pasará, cuando lo importante es lo que está pasando…”

– Anónimo

Twitter: @LABERINTOS_HOY