Esta semana, durante la celebración de la H. Asamblea universitaria, se dieron a conocer algunas noticias de suma importancia, como fue el hecho de que hay ya un gabinete oficial en la máxima casa de estudios tamaulipeca.
Algunos funcionarios fueron ratificados y otros llegan a sustituir a los anteriores, con la idea de mejorar el trabajo realizado hasta la fecha.
Encabezados por el rector José A. Suárez Fernández, los universitarios dieron cuenta también de algunas carreras nuevas y otras que prácticamente desaparecen al no tener demanda. En ese sentido, significa mucho para la UAT el considerar nuevas formas de preparación profesional para nuestros muchachos que deberán responder a la demanda local con sus mayores y mejores esfuerzos.
Con estos nombramientos se fortalece la estructura universitaria encabezada por el rector Suárez, y se pretende, como suele suceder, que haya mayor eficiencia y que el dinero de los ciudadanos que se destina a la educación y, específicamente, a la UAT, quede bien invertido en proyectos que valgan la pena.
También tendrá que analizar la estructura universitaria el hecho de mejorar en sus procedimientos y dejar a un lado la burocracia que en el sector educativo a ha hecho un tremendo y gigantesco daño, permitiendo que se sigan llevando a cabo prácticas de control y más, cuando ya estaban autorizadas desde antaño.
En otras palabras: es el tiempo que ha llegado para que la UAT se pueda renovar en una acción que requiere de la participación de todos sus elementos y no únicamente de algunos que creen que lo saben todo: la universalidad de la máxima casa de estudios tamaulipeca puede ofrecernos alternativas muy interesantes de progreso para incorporar a la UAT de lleno en el desarrollo de la entidad.
Recordemos que los dineros de la misma provienen de fondos federales y estatales, y una parte también significativa de sus cuotas y acciones particulares, pero el hecho de recibir dinero oficial, dinero de todos nos obliga a responder de la mejor manera y con calidad, con eficiencia, procurando incorporar lo más nuevo de las tecnologías y procedimientos, lo mejor de cada uno de nosotros y de las actividades que realizamos, en aras de convertirla en una universidad de excelencia.
Orgullosamente podemos ver que hay muchos indicadores que nos ubican dentro de las más importantes en el país, pero no basta eso: se requiere ser de las mejores del mundo, y sinceramente, por sus recursos humanos y el desarrollo que ha tenido, la UAT tiene para eso y más.
Hay nuevos puestos dentro de la estructura universitaria que en algunos csos sustituyen a los ya existentes con mejores funciones, o al menos, mejores expectativas de desarrollo. Esperemos que los cambios sean para bien, y que los personajes que llegan a estos cargos tengan la capacidad suficiente parar incorporar a la UAT en el camino que merece por la calidad de sus elementos.
El rector Suárez Fernández se ha mostrado complacido con estos cambios, y ha hecho el compromiso con la comunidad universitaria y la sociedad tamaulipeca para entregar resultados adecuados, positivos, que nos permitan llegar a se lo que todos queremos.
Que haya más y mejores recursos humanos es una de las grandes metas que nos proponemos, que queremos cada uno de los que estamos luchando por mejorar día a día, y por quien participa en la formación de nuevos y mejores recursos humanos.
Y la verdad es que tenemos mucha fe y confianza en nuestra Universidad Autónoma de Tamaulipas, por todo lo que nos ha tocado vivir en los últimos años, y por el personal que, nos consta, labora diariamente impartiendo cátedra o haciendo investigación, que son dos de las más importantes acciones de una casa de estudios superiores como es la nuestra.
Bien por los universitarios, bien por autoridades que les apoyan. Ahora sigue lo más importante: demostrar que no se ha equivocado la gente que toma decisiones y entregar las mejores cuentas a una sociedad ávida de buenos resultados y mejores indicadores.
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