Del corazón de Morena se disparó al corazón del presidente López y de su alfil, Claudia, con alto calibre y efecto devastador en uno de los recursos más utilizados, “nosotros no somos iguales”, grito de batalla convertido en lema por López.

Sanjuana Martínez, ex consentida de López, que usufructo cientos de millones de pesos que no se invirtieron para beneficio de Notimex, hizo el disparo certero, otro más acerca de recibir y exigir dinero, tipo sobres amarillos que fue un gran trago amargo para el presidente López: “nos dijeron que teníamos que entregar 20% de las liquidaciones de trabajadores de Notimex: 51 millones, para la campaña de Claudia Sheinbaum”.

El presidente inició la defensa con todos sus argumentos y apoyadores para revolver lo turbio y hacer difícil de comprender “quién es quién” en este señalamiento de corrupción que tiene una arista difícil de limar, surge “de los mismos”, ¿cuál ruta seguir para control de daños? No basta negar hechos pues la denunciante anuncia pruebas ante tribunales.

Conociendo la explosividad del presidente López, su fácil y terrible cólera, su enojo que deriva en ira pues como el mismo se definió, “soy controlador, me gusta controlar”, este desastre le pega en su temperamento colérico a falta de carácter. El odio contra Sanjuana Martínez deriva porque ha dejado de ser funcionaria de López y promete, lo que el presidente considera amenaza, usar la justicia para respaldar su dicho. La bala pega en el discurso de honestidad del presidente y encuera la campaña de Claudia.

¿Cuál será la estrategia del presidente? Distracción y descalificación son sus favoritas, también echar la culpa al pasado y a fantasmas como los conservadores y algunos enemigos más que inventa para salir de baches y de malos pasos, junto con los “otros datos” o de plano la negativa, “de eso no voy a hablar”.

Veremos cómo lo deja Sanjuana pues al dejar inútil el corazón presidencial, don hígado puede tomar el mando del discurso y de las acciones.