CLAQUE: Grupo de individuos pagados para aplaudir en los espectáculos o los que aplauden o animan a alguien de forma incondicional

Si tiene usted una edad mayor, estos nombres le sonarán familiares. Si es más joven tal vez haya oído de sus andanzas políticas en Tamaulipas en boca de padres y abuelos. Van:

Francisco García Lozano, Jorge Angel Camargo, Lydia Madero, Leonor Sarre, Bruno Alvarez, Luisa Alvarez, Elpidio Tovar, Pedro Alonso Pérez y en casos más cercanos, Gustavo Cárdenas y Alejandro Sáenz.

Todos –con una disculpa por omitir algún nombre– militantes de un partido diferente al entonces todo poderoso PRI. Todos, protagonistas de una etapa importante de la política estatal. Todos, merecedores de un honroso lugar en esa actividad. Todos, diputados locales en algún momento.

¿Por qué citar sus nombres?

Por una razón indiscutible. En el Congreso del Estado los mencionados aportaron su esfuerzo y en muchos casos su tranquilidad, en los días en que era muy difícil transitar en la oposición. En sus curules, mujeres y hombres lucharon como leones para defender sus ideas y proyectos, se enfrentaron a la aplanadora tricolor y dejaron una huella saludable para la democracia en el viejo Palacio Legislativo de Ciudad Victoria. Varios siguen luchando.

Algunos y algunas, fueron también aves de las tempestades que cimbraron las estructuras del poder y llenaron en forma paralela páginas del anecdotario, pero lo hicieron con lealtad a sus principios, con arrojo personal y sin dañar a terceros o quebrantar la ley.

¡Cómo se extraña ese ayer de pasiones políticas desbordadas!, sin la bandera oprobiosa de la ambición desatada sólo por el poder.

Hoy, quienes en estos momentos les suceden en la Cámara Local de diputados en Tamaulipas, poco o nada honran esos antecedentes.

Panistas y morenistas, han mostrado formar únicamente una claque que en nada ayuda al sosiego político de esta patria chica y sí ofrece el peor ejemplo del circo perverso que puede surgir de intereses facciosos, divorciados del bien común.

El espectáculo bochornoso que unos días atrás protagonizaron por el control del Congreso los diputados de Acción Nacional y Morena, da grima. Deprime e indigna. Deprime porque lo hicieron en el santuario de las leyes e indigna porque ellos mismos aplauden sus fechorías.

¿Estos son quienes presumen la representación de la ciudadanía?

Lamentablemente sí, respuesta que lleva a una vieja frase electoral:

Por esto votaron, esto es lo que tienen…

UN NOMBRE DESPERDICIADO

Un saldo parece indiscutible tras el vergonzoso zipizape en el Congreso del Estado: No se aprecia control de la actividad política y partidista en el Estado, que en esa Cámara tiene precisamente su piedra angular.

Cuidado, si no se atiende con atingencia ese tema y se permite que campee el “no pasa nada”, dejando abierta la puerta a que intereses del pasado cercano sigan meciendo esa cuna, puede sobrevenir un caos mayor. Urge la mano que vigile ese tinglado con una mezcla de dureza y civilidad, para poner orden.

Un nombre está desperdiciado en ese terreno: Antonio Martínez Torres…

QUE NO QUEDE IMPUNE

Conozco desde muchos años atrás a José Inés Figueroa. Siempre optimista, siempre responsable, siempre solidario, siempre buen periodista.

Cumplir su responsabilidad profesional le dejó en el principio de esta semana una amarga experiencia en el recinto legislativo en donde colabora, al enfrentar vejaciones de panistas cavernícolas de ocasión disfrazados de diputados y a buscabullas profesionales.

Todo mi apoyo al compañero de trabajo y a su legítimo afán de desempeñar su tarea. Ojalá prosperen las demandas penales ya en manos de las fiscalías y se siente así un precedente para no dejar impune ese atropello…

Twitter: @LABERINTOS_HOY