La principal dificultad de manejo del paciente pluri-patológico y poli-medicado es la potencial presencia de interacciones farmacológicas y frecuentes efectos adversos, a lo que se suma alta tasa de infra diagnóstico de enfermedades que presenta, con la consiguiente falta de tratamiento. El aumento de esperanza de vida y prevalencia de enfermedades crónicas hace que el porcentaje de pacientes pluripatológicos y polimedicados aumente. Los datos muestran amplio rango de incidencia según las poblaciones evaluadas y las zonas geográficas y señalan que 72% de los pacientes atendidos en Medicina Interna son pluripatológicos y polimedicados, registrando edad media de 70 años.
La hipertensión arterial y la dislipemia son dos de las enfermedades más habituales. Se estima que prevalencia de hipertensión y dislipemia es de 30% en los adultos y 60% en mayores de 65 años. Diferentes estudios demuestran que se tratan menos personas con dislipemia de las que debieran, y de las que se tratan, un porcentaje inferior al esperado alcanza los objetivos. Se aconseja al médico de Familia que trata a un paciente pluripatológico con dislipemia, que revise los fármacos más adecuados en función del objetivo terapéutico y la presencia de comorbilidades (diabetes, cardiopatía isquémica, enfermedades auto inmunitarias, insuficiencia renal crónica, arteriopatía periférica, trasplante, VIH, accidente cerebro-vascular o trastorno psiquiátrico)
Al arsenal de cuidado de estos pacientes se suma la Smart Home, al alcance de cualquier usuario y entorno para garantizar la seguridad en el hogar, estar en contacto directo con personas, supervisar situaciones y espacios que lo requieran, etc. Esta cámara de video-vigilancia es compatible con Android y iOS. Se controla fácilmente desde el teléfono a través de la aplicación. Tiene tarjeta de 128 GB. Ángel, es cámara con micrófono. Wi Fi envía alarmas de ruidos, objetos y personas, graba vídeos y muestra en directo lo que pasa en imagen y audio con alcance de 10 metros y notifica cambios de temperatura y humedad con visión nocturna y detección de ruido y movimiento. Teia es una cámara Wi Fi para situarla sobre cualquier mueble o superficie en el interior. Realiza grabaciones HD, visión nocturna y detección de movimiento. Permite visión de 360 grados con control remoto en todas las direcciones por lo que se abarca toda una habitación.
El adulto mayor independiente frágil es aquel con al menos uno de: marcha lenta, debilidad, problemas de memoria, pérdida de peso involuntario, falta de apoyo social. La fragilidad aumenta el riesgo de enfermedades, de progresión rápida de demencia y discapacidad, fracturas por caídas, institucionalización y por último, de muerte. Medir la velocidad a la que se camina detecta el riesgo de muerte o deterioro funcional en persona aparentemente sana. La velocidad de la marcha es marcador eficaz para detectar a personas que se encuentran en riesgo de fragilidad. Una velocidad de marcha inferior a 0,8 m/s (2,9 km/h) implica que se está en estado de fragilidad, con mayor riesgo de padecer problemas de salud o deterioro funcional. Velocidades de 1 m/s o superiores se asocian a mayores supervivencias.
40% de las personas mayores de 65 años se encuentra en estado de fragilidad, vulnerable a padecer eventos adversos de salud como discapacidad, deterioro cognitivo, institucionalización, caídas y muerte. La mayoría no padece problemas de salud evidentes y no está diagnosticada. A pesar de que la fragilidad se relaciona con múltiples factores, como pérdida de peso no intencional, debilidad muscular, agotamiento y poca actividad física, la velocidad de la marcha es el marcador más eficaz para detectar a personas que se encuentran en este estado. Signos que alertan que una persona es o empieza a ser frágil son ralentización física o mental, pérdida de memoria, disminución de peso involuntaria, debilidad muscular y agotamiento.
De este grupo, una de cada 4 personas hospitalizadas sufre Delirium, trastorno infra diagnosticado a pesar de sus graves consecuencias. El Delirium es un estado de confusión que aparece de repente, tras un ingreso en una unidad médica que se caracteriza por agitación, falta de concentración, desorientación y somnolencia. A pesar de que cualquier persona puede desarrollar Delirium, la edad avanzada y la demencia son principales factores de riesgo. La causa que lo desencadena es diversa, neumonía, infarto, ictus, infección de orina, deshidratación o resfriado. Las consecuencias para el paciente es mayor comorbilidad y mortalidad, mayor riesgo de deterioro funcional y cognitivo.