Y Dios quiso que naciera el día 8 porque bíblicamente significaba un nuevo comienzo y regeneración; ese número también simboliza un punto de unión entre lo espiritual y lo material. El mes de octubre, para los cristianos, es el mes que se dedica para despertar y avivar el espíritu misionero en todos los fieles.

Se dice que el mes de octubre es un recordatorio de la naturaleza cíclica de la existencia y la importancia de la vida y la muerte en nuestro viaje espiritual. Octubre deriva del latín Octo que significa ocho.

En numerología clásica el número 1953 se reduce a una sola cifra 1+9+5+3=1+8 y se obtiene 9, este número es el signo de los ideales Universales y el espíritu de combate con fines humanitarios. Simboliza la Luz interior, priorizando ideales y sueños vivenciados mediante emociones y la intuición. Representa la ascensión a un grado superior de consciencia y la capacidad de desplegar amor a otros. Es creativo, idealista, original y bondadoso.

Yo nací el 8 de octubre de 1953, me identifico con algunas de las características que se narran anteriormente, más entre el creer lo que se dice de la fecha de nacimiento y ser en realidad lo que soy, así como existen coincidencias, también hay diferencias, por lo que me apego más al hecho de descubrir poco a poco cuál es el origen de las características que definen mi personalidad.

He caminado y camino siempre pensando que existen fuerzas intangibles emitidas por espíritus, que van guiando nuestros pasos por una ruta muy bien definida para lograr un grado de espiritualidad aceptable y trascender a otros niveles de la conciencia, para descubrir nuestra verdad y la verdad que en su tiempo fue revelada a nuestros ancestros, pero que no fue aceptada por todos, de ahí el hecho de la sentencia bíblica que cita: “De esta suerte, los postreros en este mundo serán primeros en el reino de los cielos; y los primeros postreros. Muchos empero, son los llamados; más pocos los escogidos” (Mt 20:16)

 

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