Hace poco, el gobierno de Tamaulipas llevó a cabo una serie de eventos denominados “Feria del Empleo”, donde se ofertaron puestos de trabajo en una cantidad muy importante, en beneficio de muchas familias que han tenido al fin la oportunidad de obtener ingresos para manutención.
Las ferias del empleo resultan interesantes, aunque hemos de reconocer que el nivel que se promociona es de técnico, obrero y muchos más, excluyendo profesionistas titulados, maestros o especialistas con nivel superior. No están hechas para este grupo de personas.
Pero no hemos de ser negativos y aplaudir los esfuerzos de la autoridad por contactar a quien tiene posibilidad de contratar gente, y en ese sentido, hablamos de dos tipos de empleo: permanente y temporal, siendo éstos últimos los más socorridos y los más frecuentes.
Cada vez que hay una obra importante en donde sea, se contrata a mucha gente que puede colaborar para que se concluya bien y a tiempo, y eso implica trabajo para muchos. Los empleos permanentes son más difíciles de ofertar porque no hay infraestructura para ello, aunque muchos industriales y empresarios comienzan a visualizar Tamaulipas como una oportunidad de inversión y de establecimiento.
Cierto que aún falta mucho para que todos tuviéramos in empleo decoroso, pero se hacen esfuerzos muy importante y no podemos dejar de reconocer tal situación. En ese sentido, entendemos que cuando hay estímulos necesarios hay más oferta. No tenemos números al mes de mayo, pero el gobierno ha anunciado que son importantes los avances, pero no suficientes.
Se muestra optimista la autoridad porque ha visto con los que emplean las posibilidades de seguir creciendo en Tamaulipas, y en ese sentido, hemos de mostrarnos satisfechos. El desempleo lleva a muchos a caer en conductas ilegales, y cuando se tiene el recurso para llevar a casa hay una tranquilidad especial, que encanta y que llama poderosamente la atención.
Y las empresas han crecido también en función a las necesidades de la entidad. Recordamos la forma en que conjuntamente con autoridades universitarias, oficiales y empresariales se hizo un censo para determinar qué se requiere, qué se necesita y quien puede otorgar esa capacitación para que, en la entidad haya instancias de formación de recursos adecuadas a nuestras necesidades.
Y eso, sinceramente, es algo muy positivo.
Porque llega el tiempo en que las carreras tradicionales están pasando no de moda, sino a segundo término por las necesidades que se tienen que cubrir: no es que haya suficientes abogados, pero la demanda prácticamente está cubierta, y así podemos decir de los comunicadores, contadores y otros más, sin embargo, entendemos también que, siempre, el que tiene mejor forma de conducirse aunada a su preparación, tendrá siempre mayores posibilidades de emplearse.
Y aquí influye mucho el compadrazgo, el amiguismo tan nocivo que ha ubicado en puestos importantes a los “cuates” de quienes conforman esa mal llamada “clase política”.
Pero hemos de ser optimistas y pensar que en la entidad se hacen mejor las cosas y que hay más oportunidades de empleo para muchos más, aunque faltan claro, los más preparados.
Y el reto es seguir promocionando los puestos que necesitamos para evitar que la gente emigre sin quererlo, y que se cubran las necesidades con nuestros propios recursos humanos, y que éstos tengan la opción de desarrollo en alguna instancia local, y que todos salgamos ganando.
Entonces, suponemos que las políticas en materia de difusión del empleo serán más que positivas, y habrá mayores oportunidades para todos, obviamente, con la consecuente forma de vida que cambiará para muchos y será un poco mejor que ayer, y sus familias lo agradecerán siempre.
Porque contar con un trabajo para dar de comer a los hijos y cubrir las necesidades prioritarias es algo que, simplemente, no tiene precio.
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