En México, la concentración extrema de riqueza cae desde 2018, según la Comisión para América Latina (Cepal), de 4.5% del producto interno bruto (PIB) que acapararon los “milmillonarios” a 3.3% en 2021. Se explica porque el patrimonio de la cúpula creció a ritmo menor que la riqueza de la población.
En México, la pobreza afecta el 29% de la población. En Latinoamérica 105 milmillonarios concentraron en 2022 un patrimonio de 453 mil millones de dólares. 10% de la población más acaudalada percibe ingresos 21 veces mayores que el decil de menores recursos. 105 mil millonarios tienen riqueza promedio de 4 mil 300 millones de dólares, mientras la población tiene 18 mil dólares y hay 182 millones de pobres.
Esos problemas se agravan cuando el origen o el aumento de la riqueza se explica por conexiones políticas o vínculos estatales lo que lleva a cuestionar la legitimidad de su patrimonio y fomenta tensiones sociales, situación que en México López aprovechó para ser presidente, que no desterró, solo cambió de nombres dentro de los mil millonarios.
Hay 182 millones de pobres en América Latina y 70 millones de pobres extremos. 54% de los superricos en 2021 obtuvieron su patrimonio parcial o total por sucesión o herencia, lo que exige abordar la concentración de la riqueza y su implicación para el crecimiento, la movilidad y la estabilidad social en la región.
Empleos mejor pagados, capacitación constante y políticas laborales de apoyo al trabajador son clave para romper la brecha. De 292 millones de personas ocupadas, 1 de cada 2 se encuentra en empleo informal; un quinto está en pobreza, 4 de cada 10 tiene ingreso inferior al salario mínimo y la mitad no cotiza en sistema de pensiones, una realidad de control por gobernantes que dan dinero.
En 2022, una tercera parte de la fuerza laboral, 92 millones de personas en 14 países de Latinoamérica tenían salario inferior al mínimo por informalidad (49% de la población ocupada), sin embargo, no todos deseamos un trabajo formal, que exige horario, soportar jefes y compañeros, realizar tareas a tiempo bien realizadas, alinearse a políticas cambiantes, muchos se sienten asfixiados en un ambiente laboral.
Millones eligen otra manera de vida que al final se convierte en carga al presupuesto de pensión Universal. Otros millones más están en los cruceros pidiendo dinero con niños pequeños drogados, otros realizando tareas que nadie solicita, sin que las autoridades u organismos intervengan. Dar dinero es iniquidad pues conduce al desastre a todos.