Bladimir Joch, tan excelente amigo como periodista y político de la vieja escuela, acostumbra citar una frase que es de uso común en la administración pública, donde él transitó por un tiempo:
“Para que alguien disfrute, otro tiene que sufrir”.
La reflexión viene al caso por el escenario que hoy es una especie de ring pugilístico en Tamaulipas, en la virtual guerra entre el Poder Ejecutivo y uno de sus pares, el Legislativo, alrededor de una serie de vetos impuestos por el gobernador a diversos acuerdos avalados por la mayoria morenista en la actual diputación local. Siete vetos en total.
En casi todos los temas que enfrentan a los dos poderes, en el mar de razones que esgrimen es posible encontrar en un ejercicio objetivo, argumentos a favor de los dos bandos. Menos en uno, en la apreciación de su servidor:
El Fondo de Capitalidad.
Ese instrumento, creado en el nivel federal y destinado a atender problemas y necesidades de la Ciudad de México, derivados precisamente de ser el centro del movimiento político nacional que le generan gastos extraordinarios, se ha convertido en motivo de un forcejeo estatal en el que en el aspecto legal, a despecho del impacto social, el Ejecutivo tiene la razón.
¿Por qué verlo así:
En primer lugar Victoria no tiene los problemas –ni de lejos– de la CDMX.Conflictos sociales como las nefastas marchas que semiparalizan a la urbe y la enorme población que la misma posee, aquí son prácticamente días de campo. Las protestas son apenas una sombra, mientras su crecimiento demográfico con sus respectivas demandas de servicios está muy lejos de la frontera o de la zona sur. Y ninguna de sus localidades exige un fondo especial para su infraestructura.
Es inobjetable que los problemas que sufre la capital tamaulipeca no son producto de su crecimiento, sino de la incapacidad y en algunos casos rapacidad de susanteriores gobiernos locales, a los que se les lavaría la cara con ese recurso. El abandono de la limpieza pública, sus destrozadas calles, su falta de agua. su raquítico alumbrado y su anarquía de asentamientos humanos entre otros rubros, son herencia de ediles acomodaticios que se tiraron a la hamaca.
La pregunta sería: ¿A cuál de las regiones o localidades tamaulipecas le quitarán recursos para darle a Victoria 650 o 700 millones de pesos para rescatarla de décadas de pésimos ayuntamientos, donde apenas se salvan dos o tres?
Para regalarle a Victoria tanto dinero y que disfrute un gasto de ese tamaño, aludiendo a la cita de Bladimir Joch, varios de ellos tendrán que sufrir junto con otros programas sociales. Algunos más, algunos menos, pero tendrán que ver mermados sus ingresos.
Que quede claro: Soy victorense de adopcion y me encantaría ver a esta querida ciudad resplandeciente y funcional, pero no con una herramienta para premiar a malos gobiernos y despojando a otros tamaulipecos…
¿ENEMIGOS O AMIGOS?
Desde una semana atrás, el precandidato de MORENA a gobernador, Américo Villarreal Anaya, ha sido blanco en por lo menos tres andanadas, de la ya clásica guerra de lodo para tratar de empañar su figura.
Nada raro es que así suceda. Es una práctica que desde que surgió la alternancia partidista, llegó para quedarse.
Sin embargo, algo llama la atención: Todos los ataques hasta ahora se acunan en su vida personal. El último inclusive toca los bordes de la infamia, al tratar de exhibir a su señora esposa por defender a su marido, algo que haría casi cualquier cónyuge, dentro o fuera del entorno político.
Hasta ahora no he visto, escuchado o leído una crítica razonada y sustentada, por su trabajo como servidor público. Los pocos señalamientos en ese sentido han surgido de desahogos intestinales u opiniones personales que por lo endebles en lugar de minar a Américo lo fortalecen.
Están pisando terreno minado los impulsores de esas acciones. Si no ofrecen argumentos que por lo menos acepten dudas sobre el actuar del médico, terminarán por vacunarlo.
Alguien en el bando o bandos contrarios no está dando los consejos adecuados y de continuar por ese camino acabará –vaya paradoja– por blindar al morenista…
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