Muy temprano recibí la llamada del tío Tiótimo desde su Rancho “El Olvido”, preocupado por la situación de lo que se estima un quebranto en las buenas relaciones con nuestros vecinos de los Estados Unidos; extrañado por su preocupación, traté de alentar el deprimido ánimo del pariente diciéndole: Usted no se preocupe tío, he escuchado decir que sólo se trata de consolidar la imagen del Sr. Trump, no sólo localmente, sino internacionalmente, pues parece ser que a la sociedad global, lo que más le interesa en la actualidad es tener la seguridad de que exista entre los países fuertes, un equilibrio de poder para que se mantenga la paz mundial, de hecho, deben de mantenerse bien marcados los límites ante el expansionismo de algunas corrientes ideológicas antagónicas a los sistemas democráticos. Mi tío me miró de reojo y rascando la cabeza como dudando de mi percepción, me contestó: ¿Acaso estas tomando un curso en línea sobre Gobierno, Política, Economía y Estabilidad entre las naciones? No tío, lo que trato de decirle es que este tipo de situaciones que parece que afectarán de manera contundente la buena vecindad entre dos naciones, por lo general se resuelve una vez que se aclaran y atienden las variables que están determinando la generación del problema. Dime sobrino, ¿realmente el Sr, Trump es enemigo de México? No lo creo, Donald Trump, el Presidente número 47 de los Estados Unidos, no es enemigo de México, es enemigo de todo aquello que amenace la seguridad de su país, de ahí que, la proyección de sus acciones lleva un evidente mensaje sobre la necesidad de vigilar los movimientos político ideológicos de sus vecinos, y lo mismo han hecho sus antecesores, sean Demócratas o Republicanos; la buena vecindad parece ahora que tendrá nuevas reglas y lo que antes se pactaba bajo la mesa, ahora se hará público para que no quede duda de que se procederá con energía, para sentar las bases de una nueva manera de negociar y establecer acuerdos a conveniencia. Pero lo anterior seguramente ya ha sido tomado en cuenta por nuestro gobierno, de hecho, desde antes de que tomara posesión el Sr. Trump; de ahí que tratando de no verse tan amedrentado o reprimido, nuestro gobierno recurrirá a estrategias de estira y afloje para encontrar la mejor solución de lo que ya parece una crisis internacional. No se preocupe tío, porque de todas maneras usted y yo nada podríamos hacer para convencer a los que tienen dudas, confiemos en nuestros gobernantes, pues más que pensar en el bienestar de un grupo determinado, tendrá que pensar en el país entero, porque de fallar, recibirían la condena general por su incapacidad de lograr encontrar una solución para resolver el problema.
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