La historia tiene un origen mucho más lejano que la bravata de Samuel García, gobernador electo de Nuevo León, con respecto al agua de la presa “El Cuchillo” y su pueril negativa a trasvasar parte de eselíquido a Tamaulipas.

Se remonta a los inicios del mandato de Manuel Cavazos Lerma. Corría 1994.

Ante el rechazo “regio” a mantener el histórico abasto del Bajo río San Juan al Distrito de riego 026, el entonces gobernador tamaulipeco encabezó una marcha hasta la sede de los juzgados federales en Ciudad Victoria, para interponer una demanda de amparo que no se concretó.

Desde entonces, Nuevo León ha desempeñado el vergonzante papel del “Tío Lolo” para no cumplir el acuerdo federal con el que debe entregar –tratada, no potabilizada– por lo menos tres cuartas partes del agua almacenada en ese vaso, polémico desde su construcción.

El gobierno nuevoleonés jamás ha honrado ese acuerdo, ni siquiera en el primer año en que la planta tratadora “Dulces Nombres” empezó a operar con ese objetivo, lo cual debe recordar muy bien Guillermo Martínez García, entonces jefe de prensa del gobernador vecino, Benjamín Canales Clariond.

Con este antecedente, el infantil anuncio de Samuel se destiñe, porque en realidad el emecista no enarbola una causa “popular”, sino sólo está exhibiendo en forma descarada un engaño sistemático y añejo, con entregas raquíticas de agua que un año y otro tambiém, ponen en riesgo la producción del Distrito 026.

En estas circunstancias, sólo resta hacer un recordatorio al gobernador electo de Nuevo León.

Señor Samuel, señor doctor en no sé qué rama. Usted ya no es candidato, ya no tiene que lanzar retos de callejón para conseguir votos ni construirse una imagen “tiktokera”.

Escuche a sus asesores o busque otros mejores. Y después de eso, actúe como virtual Gobernador. Ocurrencias ya no por favor.

Y menos a un lado de nosotros…

LOS PORQUÉS DE PILAR

Algunas personas me han cuestionado por tener este servidor, una opinión positiva de la todavía alcaldesa de Victoria, Pilar Gómez Leal.

No voy a entrar en polémicas estériles en donde prácticamente nadie gana y casi todos pierden, ni mucho menos intentaré convencer a quienes piensan diferente, sino sólo estableceré el porqué de mi percepción sobre la presidente municipal capitalina, a quien por cierto no tengo el gusto de conocer.

Nadie puede negar el trabajo que en unos cuantos meses desarrolló la temporal jefe de esta comuna. En la quinta parte del tiempo de su malhadado antecesor recuperó en gran parte la dignidad de esta ciudad y del municipio en general. Cómo lo hizo no es en este caso lo importante, sino el haberlo hecho.

No enumeraré ejemplos de los beneficios alcanzados para no cansar a mis dos lectores, pero me queda claro que la señora se aplicó en obtenerlos. Pasó “de bote pronto” de una zona de confort en el Congreso Local a una responsabilidad y trabajo abrumadores por las penosas condiciones en que se encontraba nuestra capital después de Xicoténcatl González. Y hay que aceptarlo: Cumplió.

Y para terminar una reflexión: Mucha gente no valora el trabajo de un presidente municipal. Llámese cómo se llame o sea del partido que fuese. Eso no esrelevante..

Por eso, como victorense adoptado le deseo buena suerte al futuro edil Eduardo Gattás. Viajamos en el mismo barco y si éste navega, bien por todos. Si se hunde, nos ahogamos casi todos.

“Remenber” Xico…

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