La historia del Teatro de la Reforma de Matamoros no es muy conocida, su construcción original data de los años de 1861 a 1864, sin embargo, Henry Peeler el arquitecto y constructor del mismo, trató de hacer una réplica del Teatro de la Opera de Paris.

Las crónicas de entonces nos dan una idea de un Teatro maravilloso, con los adelantos mecánicos más actualizados en ese momento, un recinto con balcones interiores esplendorosos, el escenario giratorio para la multiplicación de escenas en forma rápida y con butacas abatibles para convertir el teatro en una gran pista de baile.

¿Cómo llegó todo ese equipo teatral a Matamoros?, sin duda por el Puerto Bagdad. ¿Y cómo desapareció? Sin duda por el efecto del tiempo, dejemos en el olvido las teorías de rapiña, ¿a quién le serviría un mecanismo de esas dimensiones?

En su larga vida, la catedral de la cultura en Matamoros ha sufrido muchas transformaciones, la última apenas culminó hace unos días, pues la Presidencia Municipal con una inversión de casi un millón y medio de pesos, dotó de un nuevo escenario el recinto, la madera, material indispensable sufrió el deterioro normal por el uso de más de 20 años y la humedad que obsequia el rio que cruza por debajo del inmueble causaron estragos, tantos que su reparación duró lo que se tarda en gestar un hijo.

Pero su reapertura ha sido fantástica, en apenas 10 días he tenido la oportunidad de presenciar 3 conciertos que colocan a Matamoros una vez más como la Atenas de Tamaulipas.

Primero con el concierto del Maestro David Morales, quien en una teatral escenografía y a la luz de las velas, deleitó a los asistentes con un concierto magnífico que demostró lo que nuestra ciudad merece.

Larissa López, la directora de cultura del Municipio ha sabido inyectar toda su experiencia teatral, rodeada de mucho talento, sensibilidad y buenos deseos.

Después de unos días, vino la presentación de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil del Ayuntamiento de Matamoros, mostrando todo el avance que han tenido bajo la dirección del Maestro Jorge Montemayor, en ese concierto pudimos visualizar el futuro, pero también el presente, la participación de la Maestra Jessica Lustenberg, hizo literalmente saltar del asiento a los asistentes al interpretar un Aria de Opera.

Genoveva Hi González, la Secretaria de Educación de Matamoros, tiene la voluntad de perseguir el sueño de todos los matamorenses, apoyando eficazmente la teoría de que, habiendo mayor cultura, habrá menos violencia.

Por ultimo en una acción conjunta entre el Festival Internacional de Otoño, el Colegio de San Juan Siglo XXI y la Secretaría Particular de la Presidencia Municipal, se ofreció una noche de gala con la presentación de la Camerata del Colegio, bajo la dirección del Maestro Orlando Mora.

Noche mágica que nos transportó a la época de oro del recinto, donde se convocaba a la sociedad a escuchar lo mejor y la verdad de las cosas, así fue, estamos viviendo una época de artistas locales de gran talento, donde el semillero ha sido el Colegio de San Juan Siglo XXI.

El apoyo a la cultura del Presidente Municipal Mario López, ha sido extraordinario, así lo sienten los artistas locales, así se comprueba con el progreso del talento local.

Matamoros pronto cumplirá 200 años, el ayuntamiento ha decidido iniciar con los festejos, por ello resultó relevante la interpretación del himno nacional mexicano durante el concierto.

En 1854 el Maestro Jaime Nunó, compuso la música del himno nacional, por cuestiones del destino terminó exiliado en Búfalo, Nueva York, pero su origen español no impidió que, tras su exilio, se conservara la bella música del himno.

En 1904, el General Porfirio Díaz invitó a la Ciudad de México al compositor para celebrar los 50 años del himno, en su recorrido desde la unión americana pasó por Matamoros, por lo que el General Lauro Villar le ofreció pernoctar en esta ciudad para descansar de su larga travesía.

Le ofreció además sus músicos, con objeto de que dirigiera aquí, al pisar tierra nacional después de muchos años de exilio, el himno de su autoría.

Y así fue como en nuestra ciudad, en el Teatro de la Reforma, con la presencia de toda la ciudadanía, Jaime Nunó dirigió por primera vez con orquesta el himno nacional mexicano.

La Camerata se unió esa noche a los festejos del bicentenario de Matamoros, se remontó a 1904 y en el 2023 dejó en claro que la Catedral de la Cultura en Matamoros es el TEATRO DE LA REFORMA.

 

Jorge Alberto Pérez González

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