Tamaulipas tendrá el senador de la República más caro de la historia política del estado, si tomamos en cuenta que tan sólo el INE está calculando un costo aproximado a los 150 millones de pesos para la organización de los comicios, más los gastos de campaña que correrán a cargo de los partidos y candidatos, y que de acuerdo a la referencia del proceso de 2018 pueden gastar hasta 12 millones de pesos cada uno de los competidores.
Los senadores como usted sabe, siempre son electos junto con el Presidente de la República y los 300 diputados de mayoría, eso cada seis años y rara vez ocurre que la curul quede vacante por ausencia del propietario y del suplente, como ocurrió en 2021 en Nayarit y ahora en Tamaulipas. Los puestos de representación popular son irrenunciables pero es una falacia, porque la realidad es que los legisladores sean locales o federales piden licencia para buscar otro puesto de mayor nivel.
Efectivamente las diputaciones locales y federales, así como senadurías se han convertido en un trampolín político para lograr alcaldías en el primer caso y gubernaturas en el segundo caso. Particularmente la senaduría se considera como la ruta más segura para obtener la candidatura a gobernador de un partido, el que sea. Así llegó Américo Villarreal (el actual y el de hace 30 años) y desde ahora, quien logre ganar la vacante que dejó el Dr. Faustino López QEPD, tendrá mayor oportunidad de repetir en la elección de 2024 y en esa ruta lograr abrirse camino rumbo a la gubernatura.
En ese escenario es que debiera realizarse una reforma para evitar elecciones extraordinarias en circunstancias como las actuales, hay otras condiciones en que si las legitima el derecho a la representatividad o a la conducción de un gobierno, ya sea estatal o municipal.
Las elecciones que se efectuarán tentativamente en febrero del año próximo, no encaja en el marco de la tan cacareada austeridad republicana, pero además es incongruente que existiendo hambre en diferentes sectores del país, se dilapiden recursos para construir un trampolín político innecesario, en dos años más se elegirán los que cubrirán el periodo 2024-2030 y de estos seguramente saldrá el candidato a gobernador(a) para 2028.
Un senador más para Tamaulipas, actualmente tiene dos, Ismael García Cabeza de Vaca y Lupita Covarrubias, no va a acarrear a nuestro estado mayores beneficios. La cuestión es que por ahora no hay vuelta de hoja, tendremos comicios y senador, del que estaremos pendiente para ver que tanto desquita de lo mucho que costó su entronización.
Porque lo peor que puede pasar, es tener un senador caro y de pocos resultados.
LAS NUEVAS TARIFAS DE LA COMAPA
No es grato, nada grato para un alcalde incrementar las tarifas de agua para consumo doméstico, sobre todo cuando tienen dos décadas de estar prácticamente “congeladas”, pero le tocó a Eduardo Gattás y a su Cabildo enfrentar este problema; las condiciones financieras del ayuntamiento no le deja otro camino. Si la decisión ya está tomada, lo único que le queda es hacerlo con justicia, con equidad y sobre todo con sentido humano. Además, con inteligencia para buscar otras formas de atraer respuesta de sectores que se han negado a pagar.
Justicia es no cobrar tarifa completa a quienes no reciben de manera eficiente el agua; con equidad es tarifas por sectores, no puede pagar lo mismo la zona residencial que las colonias populares, y todavía con más detalle, deben estar en relación con el predial, porque este registra los metros cuadrados de construcción, y obviamente no es lo mismo asear una casa de tres recamaras y todos las áreas de una residencia, que quienes viven en un departamento de Infonavit o en uno o dos cuartos en colonias donde no existe pavimento.
Hacer conciencia al ciudadano de cuánto paga por el consumo de agua por día, hay quienes pagan menos de 5 pesos, otros quizá estén pagando 10 o más, y por esa cantidad tiene un farol que alumbra su calle y un servicio de recolección de basura, que aunque pueda fallar en alguna ocasión, cuenta la mayor parte del tiempo con la operación del camión de basura.
La carga que pesa sobre los hombres del Jefe Edilicio no es cualquier cosa, además del plan de trabajo que se está imponiendo para poder salir adelante, y que incluirá medidas austeras en diferentes renglones, los faltantes de la administración que le antecedió, particularmente los 120 millones de pesos de gestión de Xicoténcatl González, no debe ser cuenta perdida, se requiere todo el peso del aparato de justicia para rescatar esa suma, y eso está en otras manos.
El Gobierno del Estado no puede dejarlo sólo, no se trata de solapar a los antecesores solventando los faltantes que dejaron, pero sin un apoyo extra será difícil salir adelante. Hay antecedentes de administraciones estatales (claro priistas) que los gobernadores “le entraron” con la aportación de camiones recolectores de basura, que es el principal problema.
El antecedente es que cada alcalde cuando iniciaba su gestión compraba 20 camiones nuevos, y reparaba otros 20, el último que lo hizo fue el hoy diputado federal Oscar Almaraz, en el trienio anterior no se compró ninguna unidad y ese es el por qué las calles estaban llenas de basura durante la gestión de Xico, lo cual ha sido superado, no puede estar al 100 por las razones que ya anotamos, pero hay diferencia de resultados, están a la vista.
Retomando el tema del agua, por ejemplo hay terrenos baldíos que tienen contratado el servicio, y que su consumo es cero, sin embargo tienen tarifas igual que otros que sí consumen. En Tampico esta clase de propiedades tienen tarifas especiales, también hay pagos anuales que reciben un descuento. En fin, hay que buscar otras opciones para recaudar de manera más eficiente los recursos para la COMAPA.