A ver, a ver…

¿Cómo se puede o se debe entender el que los posibles candidatos independientes ya hayan formado un partido?

No he perdido el juicio con este cuestionamiento. El partido al que me refiero es hasta ahora virtual. Inexistente en la actualidad en los hechos pero también para algunos, un aparente objetivo a alcanzar.

La duda tiene sustento en una evidente incongruencia.

Se supone que la presunta autonomía de esos aspirantes a algún puesto de elección popular se deriva precisamente de su alejamiento de siglas, de colores, de facciones y de plataformas ideológicas. Se supone también que en el ánimo del votante esa figura debe aparecer como una alternativa fresca, depuradora, sin vinculaciones con grupos u organizaciones.

Entonces, ¿qué demonios está haciendo un membrete auto denominado Asociación Nacional de Independientes Unidos por México A.C. que confirmó ayer sus credenciales en Tamaulipas?

Que alguien me explique por favor.

No entiendo en cual visión se puede aceptar que un candidato que actúa en teoría por sí mismo o con el apoyo de un grupo de ciudadanos apartidistas, descanse sus aspiraciones en lo que pueda hacer por él un membrete que –textual– “garantiza que tendrán candidatos ciudadanos a la Presidencia de la república, alcaldías, distritos y senadurías en todo el país”.

Es un “modus operandi” clásico de un partido formal. Con mando nacional –un señor llamado Orlando Álvarez Guevara– subalternos estatales y municipales, con estructuras, con sistemas de selección de candidatos, con supuestas consultas públicas. Es un partido maquillado, vamos

¿Dónde quedará entonces la credibilidad para un candidato que se presenta como independiente pero en los hechos responde a un organigrama?

No sé hasta dónde llegará esta agrupación y cuánta capacidad de convocatoria pueda generar, pero en una primera visión este asociación civil tiene el perfil potencial de un partido o por lo menos de un ente surgido a la sombra de ambiciones electoreras. Vaya usted a saber si dentro de un tiempo no lo veremos también en la lista de prerrogativas federales.

Que se llamen sus candidatos como quieran, están en su pleno derecho, pero por favor, no distorsionen ni contaminen el término “independiente”, porque le estarán

robando a los votantes el poco oxígeno que había tras la aparición y triunfo de algunos de sus exponentes…

BUENA NOTICIA

El caso del empresario Francisco Arellano Conde, quien anunció en forma pública su deseo de ser candidato por la vía independiente a la diputación federal por el distrito victorense, me parece una buena noticia para el proceso electoral que se avecina.

Nadie puede regatearle al industrial de la construcción sus méritos sociales, reflejados en su quehacer profesional y en el apoyo brindado a causas institucionales como la Cruz Roja. En mi opinión, será una opción atractiva para quienes ya no soportan a los partidos y buscan caminos alejados de la histórica corrupción de esos organismos.

Bienvenido el anuncio de la figura victorense. Desde hoy parece que será en las urnas un dolor de cabeza para todos los colores oficiales que ya medran en los comicios tamaulipecos…

LA FRASE DE HOY

“Los sabios son los que buscan la sabiduría: los necios piensan ya haberla encontrado…”

Napoleón Bonaparte

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