No cabe duda que cuando se unen las manos se sujeta cualquier proyecto con mayor firmeza, y sus resultados están más directamente llamados a un concepto que conocemos y que a veces tememos: el éxito.

Una reflexión sobre esos proyectos o planes, sueños o elucubraciones que se tornan en realidad y florecen nos hace pensar que todavía tenemos la capacidad de sumarnos al éxito cuando todos consideramos hacer adecuadamente la parte que nos corresponde, sin que lo anterior quiera decir que nos desentendamos de lo ya existente o de los otros, porque, finalmente, un todo lo conformamos los que participamos.

Y un claro ejemplo es lo que hoy se denomina “Libre 17”, proyecto que se ha transformado en una realidad de los victorenses, y un espacio para muchas cosas.

Apenas el domingo anterior se utilizó como gigantesco centro de acopio ara hacer llegar la ayuda de Victoria al México afectado por el terremoto, y encontramos una magnífica respuesta sin etiqueta.

El alcalde Oscar Almaraz Smer estuvo encabezando los actos de promoción para recibir ayuda que ya había manejado y promovido la ciudadanía. El espacio es un gran foro para todos los de Victoria, en todos sentidos, porque ahí encontramos arte, cultura, comercio, convivencia y ahora, altruismo. Es nuestro espacio, nuestra calle… nuestra ciudad, y eso, por más que se diga o haga, nadie nos podrá arrebatar: el espíritu solidario de los victorenses, que nos levantamos ante cualquier situación que se presente.

Oscar sabe la importancia del espacio público que referimos, y da la tención que se debe, así como el apoyo y la participación a todos los grupos sociales de cualquier índole.

Hemos de aclarar, y así lo ha hecho saber el alcalde, que no se ha apropiado del espacio público, que sigue siendo de los victorenses, y a ellos está encaminado. No justifica que alguien quiera apropiarse de la idea o del resultado de la gestión ante Victoria y su gente.

Este fin tuvimos un excelente resultado… ¿y los otros?

Los otros fines de semana hemos tenido la oportunidad de salir a pasear con nuestra familia o mascotas –o ambas- y saludar a muchos de nuestros amigos y compañeros que piensan que la convivencia humana sigue siendo lo más importante, no así como aquellos que se han refugiado en un Smartphone para llevar a cabo su vida “social” que de ello no tiene nada.

El caso es que tenemos que mantener estos espacios que son de todos y para todos. Libre Diecisiete es de Victoria y cada semana tiene un nuevo pretexto para solventar su existencia.

Mantengamos estos eventos, foros, acciones, iniciativas o como les quiera llamar, pero no dejemos que caiga la convivencia. No dejemos que ya la charla personalizada no se efectúe más. Hagamos lo que tenemos que hacer.

Libre Diecisiete se está convirtiendo en algo parecido a Cien Imágenes: ha trascendido la administración en que fue creado, y se ha posesionado de la voluntad de la sociedad, dejando a un lado aspectos politizantes, y convirtiéndose en un real espacio social, pero de una sociedad que desea participar con sus iguales, dejando los colores de lado, y privilegiando la convivencia, la participación de los grupos y manifestaciones de toda índole, para dar un sello personal al proyecto de Victoria y para Victoria, y que disfrutamos semana a semana en una de las más hermosas calles del estado de Tamaulipas, cuya vegetación le permite ubicarse en ese estatus tan privilegiado.

Lo que nos toca hacer ahora es mantener estos espacios que son nuestros y no permitir que nada ni nadie, ningún color o logotipo nos roben lo que sí es nuestro. Que viva Libre Diecisiete por muchos años más.

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