En los últimos años, el PAN de Tamaulipas en su papel de oposición, se ha esforzado en construir una narrativa donde ellos son los guardianes de la honestidad y Morena es el nido de la corrupción. Pero la memoria es frágil, y la indignación panista parece activarse solo cuando no son ellos quienes administran los contratos millonarios.

Esta vez, los blanquiazules han salido a denunciar un acto de corrupción en la Secretaría de Salud del Estado, señalando una adjudicación directa por más de 300 millones de pesos sin que hubiera entrega comprobable.

El PAN exige que se le investigue y castigue con todo el peso de la ley.

Hasta ahí, todo suena bien: un partido político que exige transparencia y combate la corrupción. El problema es que cuando los desfalcos ocurrieron bajo su propio gobierno, el PAN no solo miró hacia otro lado, sino que blindó a sus favoritos con contratos jugosos y sin licitación.

Los contratos del silencio

Durante el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, la Secretaría de Salud de Tamaulipas benefició con contratos millonarios a Grupo Industrial Permart, empresa ligada a Julio César Carmona Ángulo. ¿Les suena el apellido? Sí, los famosos hermanos Carmona, a quienes el PAN señaló como operadores financieros de Morena, pero con quienes tuvieron una relación comercial más que cómoda.

Veamos algunos de los números: 1.1 millones de pesos en material de laboratorio, 933 mil pesos en mobiliario ejecutivo, 732 mil pesos en mantenimiento eléctrico para el Hospital Psiquiátrico de Tampico, 394 mil pesos en bancas, sillas y módulos de trabajo.

Además de contratos para la compra de Apple TV, videoproyectores, bocinas y frigobares, porque al parecer, en la Secretaría de Salud panista, estos eran insumos de primera necesidad.

Lo más interesante es que estos contratos no fueron publicados en la plataforma de transparencia, solo se reveló información parcial. Es decir, el PAN no solo adjudicó directamente a esta empresa, sino que además se aseguró de que nadie pudiera revisar los detalles.

La doble moral panista

Cuando en 2022 el PAN pidió en el Congreso que se investigara la relación de los hermanos Carmona con políticos tamaulipecos, Morena aceptó sumarse al exhorto, pero con una condición: que también se revisaran los contratos entregados en el gobierno de Cabeza de Vaca.

¿Qué hizo el PAN? Simplemente se olvidó del tema.

Hoy, los panistas claman justicia y se rasgan las vestiduras exigiendo transparencia. Pero si tan preocupados están por la corrupción en la Secretaría de Salud, tal vez deberían empezar por explicar por qué beneficiaron con millones de pesos a una empresa ligada a los Carmona y ocultaron los contratos.

Porque combatir la corrupción solo cuando no eres tú quien maneja el dinero no es valentía política. Es hipocresía.