Con la designación del Fiscal Anticorrupción de Tamaulipas, sucedió lo que muchos temían: quedó en el puesto un funcionario de confianza y con méritos en campaña, lo que en automático lo inhabilita para actuar con la autonomía que dispone la ley.
El elegido, JAVIER CASTRO ORMAECHEA, dejó la Dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría, para desempeñar sus nuevas funciones, sin separarse de la PGJ, de la cual seguirá dependiendo.
Tiene garantizada chamba por 8 años, lapso de tiempo durante el cual se podrían hacer maravillas, si verdaderamente actuara con independencia de criterio y en estricto cumplimiento de la ley, lo que es altamente improbable, por la dinámica del poder, que obliga a los subordinados a guardar obediencia.
El deseo y esperanza que tenían muchos tamaulipecos de que este proceso no fuera una simulación más, lamentablemente fue solo eso.
Lo más lamentable es que habrá de crearse una nueva estructura burocrática a la que se le dará un presupuesto que ya quisieran muchas otras áreas que realizan funciones realmente benéficas para la población, por lo que será una nueva carga para quienes pagamos impuestos.
Algo parecido a lo que sucede con el ITAIT, una oficina tan inútil como improductiva que verdaderamente no tiene razón de existir. Ojalá y que, con el paso del tiempo, los hechos desmientan a este mensajero.
Por si lo anterior no fuera rudeza innecesaria contra el presupuesto oficial, los diputados también designaron a contralores del IETAM, Tribunal de Justicia Administrativa, Comisión de los Derechos Humanos de Tamaulipas, ITAIT y el del Tribunal Electoral de Tamaulipas, que si bien no servirán para gran cosa, tendrán buenos sueldos, mas todos los gastos que vienen con el cargo, abultando espantosamente los egresos sin sentido.
Mientras todos estos funcionarios recibirán con puntualidad sus remuneraciones, en el sector salud la crisis hospitalaria crece y crece, por todas las carencias ocasionadas por la privatización del abasto de medicinas, sí, pero también por insuficiencias presupuestales. ¿Así, o más absurdo?
Por un lado se siguen abultando la carga de gastos superfluos, prescindibles, y por otro las autoridades incumplen con la obligación de brindar servicios de salud, como queda de manifiesto en la interrupción de cirugías en hospitales del sector, donde además los pacientes o sus familiares deben pagar los medicamentos prescritos por sus médicos tratantes.
A todas luces es una injusticia contra los enfermos y, aunquese han reportado víctimas, es impresionante la frialdad con que se toman las cosas en la Secretaría de Salud, donde la doctora GLORIA MOLINA ni se inmuta al avisar que el calvario va para largo y no habrá solución antes de septiembre.
Y como ya van a estar en el pre-cierre del ejercicio, allá por el mes de octubre dirán a la gente que regresen por sus medicinas hasta el 2018, porque se agotó la suficiencia financiera.
Así, se habrán llevado todo un año en blanco, sin atender debidamente a la población, algo que ya tiene hartos también a los trabajadores, según se ve en sus frecuentes protestas. La incompetencia de la doctora Molina es patente y por eso debería ser la cuarta renunciada del gabinete.
En tanto que la gente sufre el desapego de los servidores públicos, el ex gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ se carcajea públicamente y muy quitado de la pena, con la complacencia de sus incondicionales, MEMO MARTÍNEZ haciendo punta.
Egidio disfruta su copa de vino en los centros sociales más caros de San Pedro, mientras el estado, en quiebra, no tiene para medicinas. ¿Dónde está la justicia?
Hablando de sinvergüenzas, habrá que mencionar a SERGIO GUAJARDO, de quien se dice es el “gallo” torrista para mantener el control del PRI estatal, objetivo que no tiene más finalidad que seguir acabando con lo que queda del tricolor.
Sus aplaudidores dicen que habrán de renovarse como el Ave Fénix, pero es de elemental entendimiento que si estando en el poder no pudieron con el paquete, menos podrán ahora que ya no tienen la tesorería a su disposición, ni el respaldo de activistas que a diario se fugan hacia partidos contrarios, MORENA preferentemente.
Siguiendo con los excesos, en Reynosa, la presidenta municipal MAKI ORTÍZ trae la chincualera de querer comprar un vehículo blindado para su servicio, toda vez que ya no aguanta la inseguridad del pueblo que gobierna.
¿No había prometido ésta mujer que se iban a acabar la inseguridad y las balaceras, con ella en el mando?…Si mal no recordamos, ella difundió un promocional donde se le observa corriendo entre los carros durante una balacera y cuestionando ¿quieres más de lo mismo?, vota por el PRI.
Quizás de eso ya ni se acuerde, porque MAKI no tiene vergüenza al pedir un vehículo blindado, mientras el pueblo de Reynosa sufre de un mal gobierno encabezado por la “alcaldesa”.
En Matamoros también hay descarados excesos, como ése del subtesorero MARCELO SIERRA que se da el lujo de pagar comidas de 50 mil pesos, ante la complacencia del alcalde JESÚS DE LA GARZA “CHUCHÍN”.
Éste Marcelo se desempeñaba como contador en el municipio y, como tal, se vio envuelto en varios escándalos, entre ellos el robo de papelería oficial y cuando “Chuchín” llegó al poder fue premiado con el puesto donde ahora despacha.
Otro funcionario premiado por el dadivoso “Chuchín” es GENARO QUIJANO, a quien le concedió un jugoso contrato para la prestación de servicios con el ayuntamiento.
Lo anterior no tendría gran relevancia, si no fuera porque Quijano ha sido señalado por la Procuraduría General de la República (PGR) como socio del ex gobernador de Tamaulipas, TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA.
Tan decente que parecía ese “Chuchín”.
Hasta aquí su mensajero. Volveremos a leernos el próximo lunes. Correo electrónico: mensajero@elmercurio.com.mx