Estuvo pesado el amedrentamiento y compra de conciencias en la elección interna de PRI estatal para definir presidente sustituto.

Nomás para abrir boca se ausentaron 120 integrantes del Consejo Político Estatal, todos ellos con el voto comprometido con alguno de los competidores: SERGIO GUAJARDO y OSCAR LUEBBERT.

Sorprende de tan extraordinaria muestra de prestidigitación, que en una semana los votantes cambiaron de bando, como impulsados por una fuerza superior que habló al oído ¿o al bolsillo? de los electores.

Pensemos que fue el carisma de Guajardo el que los atrajo tan poderosamente para traicionar a Luebbert y votar por él.
Haiga sido, como haiga sido, a la hora de las urnas, de los 322 consejeros que respaldaban al reynosense solo le quedaron 171. Y los 226 que le dieron la firma al ex delegado de SEDATU en la sesión de consejo político se convirtieron en 266.

De verdad, son demasiados los arrepentidos que vertiginosamente le dieron la espalda a Oscar. O son muy rajones o causas de fuerza mayor los hicieron desistir en sus afanes democráticos.

Nomás porque LUCINO CERVANTES y PEPE MURAT son incapaces de hacer triquiñuelas o fraudes, algún día será creíble el resultado.

Lo más bello es la convicción con que Luebbert reconoció su derrota y la ternura con que negó la existencia de “mano negra” en el proceso.

E incluso aseguró que todas sus recomendaciones fueron acatadas a pie juntillas por los organizadores y que su derrota la tiene bien merecida.

Eso sí. Luebbert deberá hacer un censo de partidarios, porque si es cierto que 150 se le voltearon en una semana es porque son puros chaqueteros. Y para esos amigos, para que quiere enemigos.

Lo cierto es que para los priistas de la frontera esta es una derrota más que los deja nuevamente huérfanos de “agarraderas” y de un líder en quien confiar para recuperar el terreno perdido.

Por más que Guajardo haya prometido en su toma de protesta que todos cabrán en el partido, lo cierto es que ha quedado muy acotado y si de cumplir compromisos se trata, atenderá primero los suyos y los de sus patrocinadores.

Hasta el final, si aún quedan migajas, podrían alcanzar a quienes se la rifaron con el ex alcalde de Reynosa.

En la lista de desheredados se encuentran el alcalde de Matamoros JESUS DE LA GARZA, “CHUCHIN”, el diputado BALTAZAR HINJOSA, que lleva varios tropezones al hilo y su “score” es tan pobre, que ni las moscas se le paran cuando se presenta en lugares públicos. Y muchos más.

El propio Oscar tendrá que tomar más en serio su desempeño, si quiere resurgir de las cenizas, porque con la nueva época partidista, los augurios no son muy halagüeños.

Cuestión de ver cómo se desvivió Baltazar en elogios para la oposición de MORENA y su candidato presidencial ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

No solo reconoció que AMLO es un rival difícil de vencer, sino que poco faltó para que le pidiera “espacios”.

En cambio, el que se siente sobrado y con suficiente “punch” para jugar vencidas con el mejor pintado, es el perredista ELPIDIO TOVAR DE LA CRUZ, quien revivió su bronca con JORGE VALDEZ y ALBERTO SANCHEZ NERI, a quienes pretende echar del partido por la puerta de servicio.

De ellos lo menos que dice es que se dedicaron a obtener prebendas y negociar favores del gobierno pasado, olvidándose de su responsabilidad política.

El resultado es que dejaron en ruinas al “Sol Azteca” y sin registro a nivel estatal.

Por eso es que Elpidio anunció la remoción de los sepultureros perredistas a más tardar en el mes de octubre, cuando se lleven a cabo elecciones internas.

Acompañado de MARIO JORGE SOSA PHOL y RAFAEL RODRÍGUEZ SEGURA, Elpidio, aseguró que el propósito es rescatar al PRD de sus despojos.
Ya veremos con que sale Elpidio y sus acompañantes, que tampoco son un dechado de virtudes y en cambio podrían hacer más pedacitos lo que queda del PRD.

Los del Partido Verde también cursan un proceso eleccionario interno, pero ellos, como siempre, no se desgastan. Se arreglan entre cuates y todos contentos.

En secreto acordaron que se reelegirán todos para que no haya problema.

PATRICIO KING resultó más tramposo que PEPE MURAT, porque él no necesitó de votaciones ni de consejo político para continuar en el puesto.

Registró King una sola planilla para elegir consejeros estatales, una planilla para integrar la Comisión de Honor y Justicia y otra planilla donde él aparece como jefe de jefes. Así de fácil.

En el PVEM las cosas en el Verde se siguen resolviendo en familia. ¡Qué bonita familia!

Pero más listo que todos los arriba mencionados es el presidente del PAN estatal FRANCISCO “KIKO” ELIZONDO, que anda en precampaña sin hacer ruido y sin hacerse notar.
Sus desplazamientos son un misterio y sus pronunciamientos para la integración de la plataforma electoral panista son más secretos que las elecciones del PVEM.

Es increíble que “Kiko” haga política sin propaganda, si discursos, sin boletines, ni nada de nada, ni siquiera para dar a conocer sus foros.
Hasta aquí su mensajero. Volveremos a leernos el próximo lunes.

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