La desinformación en el debate de la semana va ganando la partida, hoy todos replican sin saber, lo que les comentan, les comparten o les hacen llegar, a veces solo ven la cabeza de la nota y ya la están publicando en sus redes sociales.
No es culpa de los aprendices a comunicadores, la culpa recae en las estrategias manipuladoras que hacen eco hasta en los hombres sabios que se reúnen en mesas redondas para hablar y hablar solo de lo que ellos consideran cierto.
Desde, es un ataque a las instituciones, hasta el pueblo no está preparado para elegir a sus consejeros, burda maniobra tan antigua, como aquella que utilizaban nuestros antepasados, cuando según ellos, los aborígenes no estaban listos para ejercer derechos, o aquella en la que las mujeres no debían votar, porque su humor cambiaba constantemente.
Dan pena, sobre todo cuando en la misma mesa comparte y opina una mujer, la cual, gracias a su exposición mediática continua, se ha convertido en referente para la opinión pública.
El Instituto Federal Electoral cambió, se transformó debido a solicitud expresa de quienes se sentían afectados, debido a que se anquilosó demasiado rápido y no había manera desde dentro de hacerlos entrar en razón, se sintieron poderosos, buscaron la manera de perpetuarse y repartirse las prebendas, entre ellos y sus mecenas.
Hoy el Instituto Nacional Electoral, está pasando por una situación similar, ellos pudieron hacer los cambios sin demora, pero prefirieron, antes de presentar la renuncia, enfrentar el estilo de gobierno nuevo, obedeciendo sin duda, los lineamientos planteados desde fuera por sus ahora mecenas.
La democracia en México se ha desarrollado, pero no lo suficiente, eso lo sabemos todos, pero más allá de las fallas que se pudieron haber corregido, no hubo voluntad política para entender que el mundo está cambiando y que había necesidad de modificar los esquemas.
Aunque constitucionalmente está asentada la posibilidad de las Consultas Ciudadanas, ellos los hacedores de la democracia en México lo desconocieron, no dejaron la mínima oportunidad de abrir un espacio inteligente para dar cabida a un referéndum.
Esperaron pacientemente la instrucción superior, para enfrentarse a una todavía más superior, la cual a fin de cuentas terminó venciéndolos, pues sus mecenas solo se preocupaban como los empresarios norteamericanos, por la última línea del estado de resultados.
Ignoraron desde su creación los antecedentes penales de los aspirantes, no hubo la menor intención de investigar y cancelar candidaturas por esta falla, los resultados están a la vista de todos, muchos procesados penalmente, terminaron siendo receptores de votos ilegales y lo que hicieron en el poder es exactamente lo contrario a lo que buscaba el espíritu de la ley.
Los actuales consejeros fueron juez y parte de esos desatinos, mismos que le costaron mucho a la nación y que ahora ellos dicen desconocer y sin vergüenza tratan de evitar la modificación a la ley de la que emana la institución.
El peor argumento de la oposición extraviada es que esta reforma la inicia el ejecutivo, y digo que es peor, pues siempre en México habíamos anhelado que, desde arriba, en lo más alto del poder, le dieran una lección a la impunidad.
No pueden argüir que eso les correspondía a los diputados, pues ahora estará en manos de ellos el destino final de la Reforma Electoral y seguramente lo harán consientes de los yerros, las fallas y el simplismo con el que los conejeros actuales han actuado por consigna.
El mundo está cambiando, y me queda claro que, en cada rincón de él, esto se logró cuando se reconocieron los derechos de los Pueblos Originarios y de las mujeres valientes que alzaron la voz para hacer uso de sus derechos.
La Reforma Electoral debe brindar a la patria un nuevo instituto sin vicios, ya de nosotros los ciudadanos dependerá el que lleguen los mejores hombres y mujeres a conformarlo, para ello tendremos que desterrar a EL INE…..FICAZ.