Un día indefinido, pero no alejado de la tristeza y el dolor, el estado de ánimo experimentó una indeseada metamorfosis subjetiva, de pronto se sintió diferente, se sintió ser una cosa, y como toda cosa, cuando se deja de usar, de estimar o de significar algo en la vida o para sí mismo, antes de que alguien lo abandonara a su suerte, buscó sigilosamente un sitio para no estorbar, para perderse, para confundirse en el escenario gris y despulido de tantos rincones  inexistentes de los llamados fantasmas, que en apariencia no se ven, pero queexisten en el hogar, en el trabajo o en cualquier espacio olvidado, ahí, donde antes asomaba el color y la oportunidad de ser algo, de ser alguien, de existir o de importar. Pero resulta, que a pesar del tenaz empeño por dejar de sobresalir, de brillar, de existir, su presencia no pasó inadvertida para el espíritu universal, el mismo que suele estar siempre alerta y presente, para detectar a todo aquél sentimiento, que motivado por una emoción de desconsuelo, busca escapar por la puerta falsa del olvido, y fue descubierto, sí, porque por más gris que se sintiera, difícilmente podía desaparecer ese maravilloso color que enciende el color de la alegría, que suele dar colorido a las mejillas de los niños, color a las frutas que maduran, a las tersas hojas que reflejan la vitalidad de los árboles, que siendo de follaje verde, cuando se sienten bendecidos por el amor divino, buscan mostrar con el cambio de color la gratitud al Señor de los cielos, por dejarles tomar la energía vital del sol durante el día y compartir el reflejo plateado de la luna que ilumina la noche,para montar el escenario perfecto, para que los enamorados hagan derroche de la pasión que mantiene vivo y muy en alto el ánimo que antes de escribir las primeras líneas se mostraba triste y gris, que no reflejaba su sombra, que no permitía al ser, liberar la emoción de desconsuelo que lo hacía palidecer habiendo tantas cosas maravillosas en la vida para darle al hombre y a la mujer las oportunidades requeridas para hacerlos comprender, que el estado de ánimo es sólo la bombilla de la vida misma, que se enciende cuando el amor de Dios ilumina desde nuestro interior al sol y a la luna, para reflejar el esplendor de la obra maestra del Señor.

No te escondas en la sombra de la tristeza, no temas vivir y disfrutar tu vida, Dios animó tu existencia con su aliento, para que la vivas a plenitud,amándote y amando a tu prójimo; recuerda que todo lo que Dios ha hecho es bueno.

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