COVID-19 provoca cierre masivo de actividad presencial en más de 190 países para evitar su propagación. Según la Organización de Naciones Unidas para Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO), en mayo 2020 más de 1,200 millones de estudiantes dejó de tener clases presenciales, más de 160 millones en América Latina. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) plantea que antes de Covid- 19, la situación social se deterioró al aumentar índices de pobreza y pobreza extrema, desigualdades y creciente descontento social.

Afecta nutrición de población, en especial vulnerable. En julio, 21 de 33 países tenían programas de alimentación escolar. La modalidad más usada (13 países) es entrega de kits de alimentos para preparar en el hogar; provisión de almuerzo (3 países) Perdieron servicio anticonceptivo, salud mental o recreación. En 29 de 33 países se estableció estudios en modalidad a distancia. 26 por Internet y 24 fuera de línea. En línea, la plataforma virtual en 18 países. Bahamas, Costa Rica, Ecuador y Panamá, ofrecen clase en vivo. En forma fuera de línea, 23 países realizan transmisiones radio o TV. Argentina, Chile, Colombia, El Salvador, Jamaica, Perú, San Vicente, las Granadinas y Uruguay, entregan dispositivo tecnológico. 4 países consideran capacitación de docentes, en herramientas para uso y manejo de la tecnología de la información y comunicación (TIC)

Hay que priorizar competencias y valores que se revelaron prioritarios: solidaridad, aprendizaje autónomo, cuidado propio y de otros, competencias socioemocionales, salud y resiliencia, pensamiento crítico y reflexivo de información y noticias, comprensión de dinámicas sociales y económicas y fortalecimiento de empatía, tolerancia y no discriminación, para comprensión de la crisis.

Aunque se avanza en reducir brechas de acceso al mundo digital por la masificación de la conectividad móvil, en 2016, en promedio en América Latina, 42% de personas que viven en área urbana tenía acceso a Internet en casa y 14% de área rural. En 2018, el 80% de estudiantes de 15 años que participó en la prueba del Programa para Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) tenía acceso a Internet en el hogar y 61% tenía acceso a computadora. Luego del teléfono celular, el dispositivo más común es la computadora portátil.

Entre 70% y 80% de los estudiantes del cuartil socioeconómico y cultural más alto cuenta con computadora portátil, frente a 10% a 20% de los estudiantes del primer cuartil. La desigualdad en el acceso a oportunidad educativa digital aumenta la brecha en lograr habilidades. UNESCO desarrolló en 2008 estándares para ayudar a identificar habilidades que los docentes necesitan para poner la tecnología al servicio de la educación. Estos se actualizaron en 2011 y 2018 en respuesta al avance tecnológico. El documento, Marco de competencias de los docentes en materia de TIC, incluye 18 competencias organizadas en torno a 6 aspectos de la práctica de los docentes (comprensión del papel de las TIC en políticas educativas, currículo y evaluación, pedagogía, aplicación de competencia digital, organización y administración, y aprendizaje profesional de los docentes) ¿Cómo se preparó México? En salud, en muchos hospitales, los pacientes Covid- 19 están en estado de indefensión.

Antes de la pandemia los docentes no conocían plataformas y metodología virtual. Aunque la encuesta Enseñanza y Aprendizaje (TALIS-2019) dice que el profesorado recibió formación en herramientas de TIC: (Brasil, 64%, Chile, 77%, Colombia, 75%, México, 77% Buenos Aires, 53%), alto porcentaje del personal directivo (59% en Brasil, 64% en Colombia, 44% en México y 39% en Buenos Aires) declara que la tecnología digital de que dispone su centro educativo es inadecuada e insuficiente. Encuesta realizada en México mostró que el trabajo a distancia incluye tareas de llenado de libros o guías de estudio, solicitud de trabajos, realización de videos explicativos de contenidos, trabajo en página web específica y clase virtual. Clase virtual y realizar videos son más comunes en escuelas privadas (56% y 43%) que en el resto de las escuelas donde no llega al 10%. El tiempo dedicado a la educación a distancia varía. 24% de la escuela privada dedica 7 horas o más al día, en los centros públicos 64% dedica 2 horas o menos.

Para la pedagogía, la virtualidad es pérdida del vínculo presencial y genera tensión por sobreexposición de docentes y estudiantes o las dificultades para mantener la relación pedagógica. Es mayor en preescolar y primario pues exige coordinación de padres o cuidadores para acompañamiento en el proceso. CEPAL/UNICEF (2020), señala que 51% de niños y adolescentes en zona urbana reside en hogares con precariedad habitacional: 20% vive en precariedad moderada y 30% en precariedad grave. 80 millones de niños y adolescentes enfrentan privación habitacional y 18 millones reside en hogares con precariedad grave. La investigación muestra relación entre privación habitacional-vulneración de derechos, y en crisis, la escuela es fundamental para apoyo emocional, monitoreo de riesgos, continuidad de aprendizaje y apoyo social y material para los estudiantes y sus familias.

Mantener el bienestar psicológico, social y emocional es reto para la comunidad educativa: estudiantes, familias, docentes. Quien trabaja en educación, familias y comunidades, debe desarrollar habilidades de adaptación y resiliencia. El aprendizaje socioemocional es herramienta para mitigar efectos nocivos de la crisis sociosanitaria y condición para el aprendizaje. Poner el aprendizaje socioemocional en el centro de la acción educativa permite educación inclusiva y equitativa, de calidad y para todos (salud, sostenibilidad, igualdad de género y derechos humanos) centrada en bienestar y aprendizaje de los estudiantes.