¿Es esta la elección por la gubernatura más reñida que hasta ahora se ha dado en Tamaulipas?

Sí, sin duda lo es.

Pero en esta historia no se debe olvidar un parteaguas registrado más de dos décadas atrás, que sembró la semilla de la alternancia partidisra hasta que pudo ser cosechada apenas hace seis años.

Corría 1992 y el candidato opositor al priísta Manuel Cavazos Lerma, era Jorge Cárdenas González. Un norteño de hablar atravesado, que encabezaba marchas y no vacilaba en ceñirse una pistola en la cintura “nomás para que me respeten”.

Había sido dos veces alcalde de Matamoros y diputado federal y era una figura estatal e inclusive nacional.

Fue una pelea ruda por los votos. Cavazos siempre fue el puntero, pero Jorge obtuvo más de 200 mil sufragios frente a los más de 400 mil de Manuel. Una hazaña para ese tiempo de control tricolor. Esa fue la primera vez que en Tamaulipas un opositor quitó el sueño al entonces Invencible y el mejor homenaje que Cavazos le hizo a Cárdenas al darse a conocer su triunfo fue una frase que reflejaba su preocupación: “Esto no se ha terminado”.

Hoy, parodiando esas palabras de Cavazos, la frase no es un epílogo, sino el inicio de la aventura: “Esto no se ha escrito”.

En concordancia con ese vistazo al pasado, César Verástegui me recuerda a Don Jorge –el Don se lo ganó sin duda– en su estilo entrón, sin ataduras de lengua y “arrejuntes” con la gente. Esa conducta conquistó en 1992 a cientos de miles de paisanos y César sin duda camina cómodo en esa ruta.

Lo confieso: En lo personal, el Truko me hace sentir tamaulipeco…

EL VALOR DE SER UNO MISMO

Vale la pena citar una convicción en esta contienda cívica:

La calidad humana también se hereda, según se aprecia en el actuar del médico Américo Villarreal Anaya, candidato de MORENA a la gubernatura.

No es fácil, lo sostengo con conocimiento de causa, reconocer los méritos ajenos cuando su destinatario es un adversario, en este caso político. Ayer, el abanderado guinda lo hizo sin tapujos al admitir que el trabajo del gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca ha permitido a Tamaulipas recuperar en buena medida la seguridad pública en varios aspectos. Se requieren tamaños para admitirlo.

Bien por Américo. Desde hoy exhibe que uno de sus propósitos es unir a los tamaulipecos, haciendo a un lado ese odio intestinal que su partido ha cultivado y cosechado y que tanto daño ha causado entre amigos, padres, hermanos y mexicanos en general.

Va una sugerencia respetuosa para el candidato:

Sea usted mismo doctor, los tamaulipecos lo conocemos y le servirá mucho más que cobijarse en nombres ajenos…

EVOLUCIÓN SOSTENIDA

Esta es una historia de éxito.

Hace muchos años, más de los que quisiera aceptar, egresar de la Universidad Autónoma de Tamaulipas era no el inicio de una brillante etapa profesional, sino un vuacrucis para encontrar empleo.

El motivo es que en las grandes empresas, las que pagan altos sueldos, el nombre de la UAT no era garantía de competencia académica. Muchos sufrieron esa visión laboral.

El tiempo y el esfuerzo de autoridades y alumnos fue cambiando ese panorama, que ayer nos brindó una nueva muestra de su presente: La firma de un acuerdo de vinculación en muchos aspectos con una prestigiosa universidad texana, que permite asomarse a una nueva era de nuestra máxima casa de estudios. .

Se debe valorar esto sobre todo por un factor: Que una institución estadounidense signe un acuerdo docente y científico con la UAT significa que nuestra Alma Mater es considerada en el mismo rango que la extranjera, lo cual habla de una evolución que enorgullece a quienes pasamos por sus aulas.

Complace ver el rumbo que impulsa el Rector Guillermo Mendoza en la UAT. Seguramente aún dará más satisfacciones en su camino…

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