“El que responde arreglado a lo recto y justo, es como quien da al amigo un beso en la boca. Arregla tus labores de afuera, o la labranza, y cultiva con esmero tu campo, para poder después formar tu casa” (Proverbios 24:26-27)
¿Por qué hemos de dejar pendiente lo que debe de tratarse primero? ¿Por qué no escuchar antes de proliferar sentencias? ¿Por qué buscar alianzas entre los que ven como nosotros vemos, y no tener la templanza para para reconocer que también hemos ofendido? Invoquemos a Dios para que nos ayude a tener buena consciencia y pensemos bien lo que decimos y hacemos, antes de clamar venganza ¿Quién podría ser justo, cuando siente mancillado su orgullo en una discusión estéril donde poco a poco se va perdiendo la confianza?
Aseguran que cuando esto ocurre, es porque el amor se ha esfumado, más yo pienso que aquél que incurre en este tipo de juego despiadado, se está dejando influenciar por un espíritu mal intencionado.
Que existe el mal, no lo debes de dudar, siempre está acechando a las personas de poca fe, que no se ocupan de crecer es lo espiritual, que dicen creer en Dios, pero lo ven tan lejos y tan ocupado, que no piensan que puede estar al cuidado de todo lo que él nos da. Si me dio la oportunidad de nacer, no fue sólo para saber que existía un mundo para conocer el amor verdadero, el que nos permitirá trascender a un plano más elevado. Que si me dio la oportunidad de conocer a la mujer, nunca me dijo que para amarla tenía que renunciar a mi egoísmo de haber sido el primero en haber sido creado por Él.
¿Quién es el verdadero hombre? ¿Acaso el que tiene mayor inteligencia por haberse graduado en una institución de excelencia? ¿Acaso aquél que fue el agraciado para encontrar cuál es la diferencia entre tener poder sobre la mujer y decirse agraviado, o el que descubrió que ser humilde no le quita el valor que ha logrado, al compartir su legado con una hermosa descendencia?
Y tú mujer, que te sientes por el hombre defraudada, ¿acaso no quieres entender que nadie te obligó a escoger al que habría de formar contigo un sólo ser y un hogar por consecuencia, y que siendo uno como Dios lo dispone, no debería de haber diferencias, mismas que se generan por consecuencia, de no privilegiar el amor que unificó sus caracteres y diferencias en su descendencia?
¿Y si realmente no hubiera existido amor en la bendita unión, si sólo hubiese existido atracción? Yo les aseguro que mi Señor nunca se equivoca, quiere limar las asperezas haciéndole ver a los dos, que ninguno tiene la razón, ni las respuestas para condenar sus debilidades y torpezas, porque si fuéramos perfectos no estarían en su plan maestro de salvación.
Veo todos los días a la mujer que amé y que amo, y sigo teniendo con ella marcadas diferencias, veo también a mi amada descendencia, y en ellos veo parte de mi espiritual esencia; cuánto tardé en comprender lo que Dios quería, cuánto en saber, que amándolo a él sin ninguna condición podría amar también, no sólo a la mujer que me dio el ser y a aquella que me dio el pase a la vida eterna.
Dios bendiga a nuestra familia, bendiga los matrimonios con paz y con armonía y les de la sabiduría para descubrir en unidad, que el verdadero amor está por encima de cualquier diferencia. Dios bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
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