“Y mis ovejas se han dispersado, porque estaban sin pastor, que las cuidara: con lo cual vinieron a ser presas de todas las fieras del campo, descarriadas como habían quedado” (Ezequiel 34:5)
Hoy en nuestro pueblo reyna la incertidumbre, el miedo y la desconfianza. Sin minimizar lo que ya hemos pasado en otras ocasiones, pareciera que tantos pensamientos negativos han logrado hasta calentar la atmosfera, y el calor golpea sin misericordia a nuestra gente, pareciera, incluso, que las diferencias son ahora más marcadas, pero igual, las frustraciones personales exacerbadas, empiezan a descomponer la unidad familiar y amenazan con generar un caos en nuestra patria; es necesario que retomar la calma y pensar con claridad, cuál será nuestra respuesta a lo que se aproxima. Los hombres y mujeres de fe, debemos encomendarnos a nuestro Creador y pedirle sabiduría para tomar la decisión correcta, tanto en nuestro proceder, como a la hora de decidir por la mejor alternativa para administrar el bienestar del pueblo.
Si bien es cierto, que en estos momentos pareciera que ninguno de los contendientes a ocupar la primera magistratura, garantiza mantener el equilibrio social para lograr ese bienestar, es imprescindible analizar, ya no los antecedentes oscuros que pueden ensombrecer las candidaturas, sino el proyecto de nación que proponen, porque quien oferta generosamente lo que no tiene y sólo pretende resolver temporalmente las necesidades manifiestas de la sociedad, difícilmente podrá mantener un desarrollo sustentable, sin violar los derecho humanos.
Tal vez muchos compatriotas no se han dado la oportunidad de analizar a conciencia la importancia del resultado de las próximas elecciones, México ya no es un país donde podríamos seguir diciendo que no pasa nada, en todos los países se cumplen los ciclos de las crisis, en lo económico, en lo político, en lo social, pero de no tomar buenas decisiones, podríamos dar a inicio a una nueva crisis de pronósticos reservados.
Que Dios nuestro Señor nos acompañe, nos guíe y nos inspire, para evitar cualquier quebranto familiar y nacional.
Dios bendiga a nuestra familia, a nuestro país y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com