Que sea momentáneo el descontento, que sea el amor el alimento para disolver la amargura que nos causa el no sentir que la vida es el don más preciado que recibimos de Dios.

Que no sea nuestro empeño principal, el buscar la perfección de todo lo que llega a nuestro corazón, para poder sentir que sólo así se puede vivir en plena armonía con el que piensa diferente.

Que no nos robe la paz la discrepancia con el hermano o el amigo, que ofuscado por la oscuridad que un día llegó a su alma, piensa que sólo pagando mal con mal se puede sentir mejor.

Que el ciego espiritual pueda primero ver en su interior, para poder encontrar el motivo de su tristeza y su dolor, no busque en el odio o la venganza, la luz sanadora que debe de tener a través del amor.

Que el sordo, que escuchando no quiere oír, deje de buscar en las palabras hirientes del que perdió la razón, los motivos para tratar de enmendar sus debilidades y su torpeza.

Que el amor de Jesucristo, con la humildad de su nobleza, despierte al que se encuentra dormido en la complacencia de su voluntaria conveniencia, y empiece a caminar al lado del divino Pastor para encontrar la verdad.

Que sea tan propicia la inteligencia, para poder definir con claridad cuál es la diferencia entre el bien y el mal, y no distorsionemos la realidad, por nuestra incompetencia de poder valorar la libertad.

Que siempre sigas a mi lado y perdones todas mis ofensas, que mi perdón sea abalado por tu Espíritu Santo, para no tener que romper en llanto, ni morir en la tristeza, por haber rechazado lo que con tanto amor nos has obsequiado.

Que tu madre Santísima nos cubra con su divino manto, para que el mal que nos ha llegado, no encuentre residencia en los corazones de tantos mexicanos de fe, que aman y han amado a la constitución de la familia, la defensa de la vida y esta tierra bendita, que está bajo su amparo.

Que Dios ilumine nuestro entendimiento, para que la luz llegue a nuestro corazón, y la divina providencia del Señor nos siga dando casa, vestido y sustento, pero sobre todo, una patria libre, justa y soberana, para tener un hermoso futuro el día de mañana. Dios bendiga todos nuestros Domingos Familiares.

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