“Y castigaré a la tierra por sus maldades, y a los impíos por su inequidad; y pondré fin a la soberbia de los infieles, y abatiré la arrogancia de los fuertes” (Isaías 13:11)

El cielo se nubló como anunciando lluvia, el hombre,  acostumbrado a mojarse, confió en secarse como era su costumbre; la intensión de la lluvia era limpiar las impurezas en la tierra, pero, había impurezas que requerían que el viento sacudiera primero al polvo que cubría al hombre, porque este,había ido perdiendo la imagen y semejanza a su Creador; el hombre empezó a temer y corrió a esconderse en su refugio material y confió en el hábitat que construyó, ahí, donde guardaba celoso toda clase de inequidades, donde sentía que la mirada de Dios no llegaría.

Mi abuelo decía que una vez que una plaga cae sobre la fruta, así sea el daño imperceptible esta irápudiéndose hasta dejar de ser comible; mi abuelo era un hombre de fe y pensaba que la fruta, aunque estuviera picada, podría cumplir con la misión que Dios le diera, de alimentar al hombre y a otros seres vivientes, de ahí que tomaba su navaja y cortaba el mal de la fruta hasta que esta tuviera una apariencia sana, de esta manera, agradecía al Señor por darle una nueva oportunidad para valorar la herencia quede él había recibido.

El peor de los males que sufrieron nuestros hermanos del Estado de Guerrero, además de la lamentable pérdida de vidas humanas, no fue la destrucción de sus viviendas y sembradíos, de sus fuentes de trabajo y almacenes de alimentos, o la pérdida temporal de energía, comunicación y combustibles; el peor de los males quedó en evidencia, cuando el hombre perdió los valores del humanismo cristiano: La dignidad, la libertad para hacer el bien, la solidaridad y la fraternidad, porque somos hijos del mismo Dios; olvidándose del dolor de sus hermanos que esperaron pacientemente la ayuda del gobierno, cumpliendo con el orden social y evitando ser sancionados por convertirse en ladrones; si bien es cierto que ante la magnitud del fenómeno natural, cualquiera buscaría tratar de  hacerse de lo necesario para sobrevivir, hubo personas que pensaron que era mejor hacerse de cosas materiales de entretenimiento y objetos de valor para negociar más adelante; suponiendo que era válido el practicar el pillaje, en lugar de organizarse para ayudar a restablecer las condiciones mínimas para evitar prolongar el sufrimiento que les espera.

Homo homini lupus (el hombre es el lobo de hombre) por su tendencia natural a ser individualista, egoísta y violento.

Dios siga perdonando nuestras debilidades, tenga misericordia de nosotros. Dios bendiga a nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.

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