“Muchas cosas tengo que decir y condenar en cuanto a vosotros: como quiera, el que me ha enviado, es veraz; y yo sólo hablo en el mundo las cosas que he oído a él” (Jn 8:26).

El verdadero amor une a las personas, más queda demostrado que el tiempo empaña el brillo del oro y mancha la plata. El amor que pone condiciones ve más los defectos que las virtudes entre las personas; el amor que se oculta tras la sombra de los resentimientos, siempre buscará la oportunidad para mostrar su descontento.

No busques ser el poseedor de la verdad absoluta, pues una cosa es tu verdad y otra la verdad que viene de Dios, pues ésta es la única verdad que cuenta, pues bien sabe el Señor que las personas son volubles y cambian de parecer cuando la situación no les favorece y aún más triste resulta, el buscar en el otro tus propios defectos, pues aquello que tanto críticas, pensando en lo que crees que es lo que agrada a Dios, pierde su valor al no tener misericordia por el que a tus ojos falla y por lo tanto, lo condenas de acuerdo a tu ofuscado criterio. ¿Acaso crees que eres perfecto? Porque buscas la paja en el ojo de tu hermano; el Señor tu Dios te dice que veas primero la viga que hay en el tuyo. “No juzguéis a los demás, si queréis no ser juzgados” (Mt 7:1)

¿Qué te tiene tan molesto? ¿A quién culpas de ello? Tú y únicamente tú eres quien acepta aquello que te incomoda y te causa malestar, por qué entonces buscas desquite con quien no se cree merecedor de tu ira y difiere del motivo que te hace perder el control de la estabilidad emocional.

Antes de herir a los demás, valora tu capacidad para interpretar lo que te dice tú Señor, pues él te pide siempre cordura y tolerancia ante aquello que de primera instancia no logras entender, porque toda palabra que sale de tu boca y lleva un sentido equivocado, ha sido motivo de generar grandes conflictos y responsable de pérdidas innecesarias. Déjate aconsejar por el amor de Jesucristo, porque Él es el camino, la verdad y la vida.

Dios bendiga a nuestra familia, bendiga a todos los matrimonios e ilumine a las parejas para buscar en el amor de Cristo la solución a todo aquello que les incomoda. Dios bendiga todos nuestros Domingos Familiares.

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