¡Oh, cuán buena y cuán dulce cosa es el vivir los hermanos en mutua unión! (Salmo 32: 1)

Dichoso el que ve y siente en el corazón que en un amigo gana a un hermano, porque podrá encontrar en él un tesoro.

Quién escucha con atención el llamado de Nuestro Señor, sabrá cuál es el camino por dónde deberá caminar, cuándo detenerse a meditar, y cuándo a afinar su sentido del oído, pues en ocasiones, resulta ser más eficiente el escuchar que el ver.

Allánese el camino, retírense los obstáculos, límpiese mente y espíritu, quién tiene presto el corazón para sembrar la amistad verdadera, sin duda tendrá siempre iluminada la senda y podrá tener el don de ver más allá que un simple mortal, pues podrá definir, hasta en la sombra que refleja el cuerpo de quien a su vida llega, cuándo está ante la verdad y cuándo ante la mentira.

No exista mayor interés entre amigos, que el profesar y acrecentar la fe que le llega a través de la Palabra Divina; el Maestro está con sus discípulos y a ellos iluminará con su sabiduría

Temor tengo, mi Señor, de no estar a la altura de quien tú quieres que sea, pero dispuesto estoy a aprender de ti, para para llegar a ser lo más humilde que pueda, porque ya te he escuchado, por que ya te he sentido, porque ya resides en mí, y conociendo mis impurezas, confiado me atengo a tu infinita misericordia, para ser perdonado por pensar y obrar con desacierto, pero de mis errores aprendo, para caminar por mi desierto siguiendo tus divinashuellas.

Dios nos ilumine con su sabiduría, y nos acoja con su infinita misericordia,para seguir caminando con la esperanza de tener su amor y su complacencia.

Dios bendiga a nuestra familia, y bendiga todos nuestros Domingosfamiliares.

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