“Hasta ahora no habéis tenido sino tentaciones humanas, u ordinarias; pero fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas, sino que de la misma tentación os hará sacar provecho para que podáis sosteneros” (1 Corintios 10:13).
Si no hubiese dolor cuando el espíritu busca su paz para estar bien con Cristo, la sana intención de defenderse con apego al honor, no debería causar dolor por saber que es un signo de entereza moral, mas aparece el dolor, por sentir que tal acción, aunque justa, daña la humildad que se busca, para poder ser semejante a quien es ejemplo de amor de bondad y de nobleza. Duele pues, caer en la tentación de no olvidar el mal que te pudieron causar en el pasado, duele, sí, el sentir que las viejas heridas no han terminado de cerrar, y cuando aparece la sombra de la duda en saber si estás bien o estas mal en tu proceder, se abre la puerta para dejarse llevar por la amargura, y que de ésta se destile el resentimiento y el rencor, y surja de nuevo, en defensa del orgullo, la precaución y resistencia, para emitir el perdón como Dios lo dispuso, y todo, para no ser lastimado de la misma manera.
El hombre puede cambiar para bien, si se acoge a la voluntad de nuestro Señor, pidiendo perdón por su debilidad y torpeza; más, se debe tener cuidado de no seguir adorando a otros ídolos, como el dinero y otras cosas, para acumular sólo riquezas, que alimentan la ambición de los que simulan sinceridad, humildad y nobleza.
Duele física, mental y espiritualmente, el caer en la tentación de sentirse justo en la ocasión, pero duele más fallarle a Dios, cuando él espera que hayas aprendido bien la lección, de amar a tu prójimo como a ti mismo, perdonar de corazón las ofensas y buscar primero los bienes de su reino y su justicia.
Dejemos en manos de Dios todo aquello que nos preocupa y mortifica, cuidemos no caer en la tentación de regresar al punto ciego de partida, cuando nos encontrábamos perdidos, al no conocer el Evangelio de Jesucristo, nuestro salvador.
Dios bendiga nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.
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