“Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados con pieles de oveja, más dentro son lobos voraces”, (Mt. 7:15)

La vana intención que nace de la consolidación de un anhelo personal caminará más temprano que tarde por senderos torcidos, sólo hay un Dios al que debemos rendirle culto; los hombres, sólo somos eso, hombres, y si anida en nuestro corazón la idea mezquina de engrandecer nuestro ego, debemos recordar la cita bíblica que dice: “Que quien se ensalzare será humillado, y quien se humillare será ensalzado” (Mt 23:12)

¡Oh amada tierra! habrás de sufrir mayores descalabros de los que imaginas, no todo lo que brilla es oro, has sido deslumbrado por la necesidad de cambiar, sin haber hecho primero la conversión debida, el ciego seguirá siendo ciego y el sordo no escucha a su conciencia, el pobre lo será aún más y habrán de sumarse muchos otros, porque no sólo de pan vive el hombre.

A la complacencia, le seguirá la displicencia; y al encono, la división; al que se le arrebatare la cosecha, fruto de su esfuerzo honesto, defenderá su causa, porque el que domina, no siempre se regirá por la verdad, y de las discretas simulaciones inocentes, vendrán las posturas autocráticas.

El Señor todopoderoso ha determinado un camino para cada quien, ha dicho que su reino no es de este mundo y aquel que crea en él deberá seguirlo, pero debe de estar dispuesto a dejar atrás aquello que le impide estar en su gracia.

Pobre o rico tienen las mismas oportunidades para acceder al reino de Dios, la transformación para seguirlo exige, no cambios en lo material, sino en lo espiritual. Lo mismo, el uno que el otro, pueden tener el corazón de piedra, lo mismo se perderán en el camino.

Mantengámonos despiertos y cuidemos que no nos deslumbren los relámpagos inciertos, Dios nos ha dado su amor y el poder como hijos suyos para rechazar a los falsos profetas.
Señor danos sabiduría y envía al Espíritu Santo para protegernos del mal que se oculta en las palabras engañosas y las promesas falsas.

Dios bendiga a nuestra familia y bendiga todos nuestros Domingos Familiares.

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