En la etapa en que nos encontramos, los partidos políticos ya hacen conjeturas y proyectan sus aspiraciones y metas probables, con la etapa de registro de precandidatos en los distritos electorales.

Algunos, ya “cantados” desde hace mucho tiempo, y otros que tienen tiempo que han buscado una nominación para que tengan una beca por tres años con un salario magnífico a cambio de poco, pero es la parte de la política que no acabamos de entender… pero avalamos con nuestra gran indiferencia.

Tan fácil que sería exigir a los que cobran como legisladores que hicieran su trabajo adecuadamente, y con suerte hasta tendríamos en Victoria, por ejemplo, una administración municipal eficiente, o al menos un órgano que, a nombre de la ciudadanía exigiera a los que viven del presupuesto devengar un poco de lo mucho que se llevan en favor de los victorenses.

Y por lo que sabemos, en otros municipios tienen también problemas similares.
En el tiempo medio de gobierno panista en Tamaulipas, se renovará la Cámara de Diputados local con quienes sean elegidos por usted y nosotros, y por algunos que llegarán por chiripa, es decir, los amigos a quienes se les regala una diputación llamada “plurinominal” y que no es más que una designación o beca a la ineficiencia política.

Es la parte que nos toca vivir, y tenemos que acostumbrarnos a ello.
Entonces, los partidos que estarán en la contienda electoral buscan a sus hombres que consideran adecuados, por capacidad, amiguismo, interés o por lo que sea, pero las listas se van conformando y los golpes bajos, tristemente, siguen apareciendo en todos los institutos que debieran dedicarse a hacer política y no a bloquear a sus compañeros de instituto, mas no de ideología.

Y los que votamos tenemos una idea de quién será el adecuado que, seguramente, llevaremos en los comicios próximos, y que, de ser mayoría, le darán el triunfo y el puesto a esas personas, de las que se espera realmente mucha más participación legislativa, real, adecuada, y que dejen las simulaciones para otra ocasión.

Porque los actuales salieron muy buenos para difundir aspectos poco importantes o lógicos, pero poco realmente nos entregaron de su labor legislativa. Ese juicio lo hace la gente y la misma gente tomará su decisión de premiar o castigar a sus partidos y sus integrantes, a los que buscan y que muchas veces padecen las injustas decisiones tomadas por el trabajo de otros que, desde su mismo instituto hicieron las cosas en forma poco clara o no adecuada.

Los votos, finalmente, son los que decidirán el destino de unos pocos tamaulipecos que tendrán buen sueldo, buena posición y otros privilegios al menos por tres años, para luego prepararse a la sucesión gubernamental, de l que falta aún lo que los conocedores consideran que es la parte fundamental, la más importante, y donde también el juicio popular determinará quien será la persona idónea.

El asunto es que este fin de semana se llevan a cabo registros en los partidos de todos colores y tendencias: derecha, izquierda o de lo que sea, pero ya están conformándose los cuadros que contendrán, y tristemente también estarán algunos partidos que demostraron no tener gente, capacidad ni nada bueno, pero que el les ofrece la oportunidad de seguir viviendo del erario sin trabajar.

Lo que resulte de esta selección será determinante para que los demás elijamos a nuestros representantes para los próximos tres años, y quienes serán oos encargados -teóricamente- de vigilar que haya un buen gobierno y una adecuada inversión en obra y beneficios para la sociedad.

Es la segunda parte de un proceso que concluye con la elección de los que irán al Congreso local, avalados por partidos, personajes o por la obra y gracia de un dedo que no ofrece dudas sobre quien decidirá el destino del Tamaulipas de nosotros y nuestros hijos.

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