Cuando pareciere que todos han perdido el habla y la escucha, dirige tus pasos a un lugar solitario, pero no aislado, allá, donde la naturaleza es un milagro y pacientemente el árbol de tu vida te ha estado esperando; encontrarás en ello una atracción especialmente concebida, para encontrar lo que has estado buscando: alguien que sin pedirte nada a cambio te ha de escuchar y con su divina sabidurÃa te mostrará el camino para sanar; deja entonces en tan singular encuentro, que tu alma hable sin tapujos y reproches, para que puedas soltar lo que debió salir de tu boca en otras ocasiones, pero siempre encontró en su emisión un freno, esa mala costumbre del hombre o mujer de tu raza, que por no escucharse a sà mismo, no escucha a los demás.
Párate frente al grueso tronco del árbol de la sabidurÃa, para que éste te pueda, con su sombra abrazar, él te hará una invitación cordial para que  trepes con tan sólo mirar y te dejes llevar por la luz que baja del cielo y se desliza entre su follaje inmortal, y una vez que te veas en la cumbre, tus brazos convertidos en ramas, extendiéndose, intentarán saludar a quien creó el universo y la eternidad; deja que el viento sereno llegue a ti como la música celestial, para que puedas sanar al librarte de los nefastos pensamientos que te han hecho dudar del valor que tienes y ni tú puedes apreciar.
¿Ahora dime, cómo te sientes? ¿Acaso habÃas pensado que por tu edad ya no podÃas trepar a la cima del árbol? El espÃritu, querido amigo, tiene tal poder, que hasta puede fácilmente volar y con ello podrás alcanzar todo aquello que pasó a tu lado tan rápido y no pudiste atrapar.
Recupera pues tu energÃa y libera las palabras al viento, para que en un maravillosos concierto, se conviertan en la paz y armonÃa que quieres con tu poesÃa obsequiar; recupera también la confianza y con ello la esperanza de tener la certeza que si importas para Dios, importas también para todo aquél que ha comprendido, que las palabras cargadas de sabidurÃa que de tu boca salen, provienen de la fuente de agua viva que Jesús te ha dado a tomar.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com