– Qué buscas? -me decía-, y yo, sin poder contestarle, quería decir tantas cosas, pero temía equivocarme ¿Por qué callas? Me repetía una y mil veces esa pregunta a mí mismo, precisamente cuando nadie me la hacía, cuando nadie estaba cerca. ¿Nadie estaba cerca? Pero si todos están aquí, están presentes. Presentes ¿Quién está presente? Los que se mueven con tanto dinamismo y chocan entre sí, los que conforman las siluetas y tienen el potencial de darle vida a las siluetas, que parecen que ven, que parecen que escuchan, pero todas ellas, sí logran verse entre sí mientras ignoran que yo estoy presente. Y yo en mi desesperación gritaba: ¡Estoy aquí, estoy aquí!, por qué no notan mi presencia, y si en verdad me ven, entonces, por qué simulan mi ausencia, por qué no me hablan, por qué no me tocan, por qué no me extrañan. Extrañarían la falta de oxígeno al sentir la necesidad que le exige el cuerpo, extrañaría el agua para no morir de sed, pero no extrañarían a este espíritu que vaga a la deriva buscando coincidir para tomar la forma más adecuada, para hacerse presente y perceptible, para contar también con un cuerpo a su imagen y semejanza, un cuerpo que puedan tocar y sentir, que puedan amar si se diera el caso, pero cómo podrían amar lo que no pueden ver, lo que no pueden tocar lo que no pueden escuchar.
En fin, así tendría que ser, tal vez, lo inmaterial, igual no debería amar tanto como amo yo, o no debería responder tantas veces a la petición de la necesidad de sentirse amados, tal vez debería confirmarles que como yo, son parte de la creación de mi Padre, tal vez si me pudieran ver, si me pudieran tocar escuchar salir de mi boca las palabras, para que dejaran de dudar. Por qué me daría mi Padre como casa el corazón de los hombres, por qué no darme como alojamiento la masa encefálica para que siempre me tuvieran presente en cada uno de sus pensamientos, para que me materializaran cuando me necesitaran y creyeran en mí para que puedan salvarse.
Sí, estoy aquí aunque no me vean, aunque la mayoría de las veces no me sientan, estoy aquí en el corazón de los que me aman.

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