El Presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que aceptaron intervenir en la solución del conflicto laboral de Matamoros a pesar de que no les compete directamente. Si no hay arreglo con los sindicatos, mañana podría estallar una huelga colectiva en las maquiladoras.
El anuncio presidencial ocurrió en la conferencia matinal, en palacio nacional, apenas dos horas antes de que Susana Prieto Terrazas, una abogada llegada desde Ciudad Juárez, arengaba con violencia verbal a los obreros reunidos en la plaza principal de Matamoros, pidiéndoles no desistir y llevar la situación a los extremos.
Es muy extraño este comportamiento de la forastera, pues se maneja como dueña de la situación, asumiéndose como la guía absoluta del movimiento, con desplantes retadores, groseros, insolentes, como si se supiera protegida por alguien importante.
María Estela Chavira Martínez y Edmundo García Román, seguían ausentes de este escenario complicado y peligroso, desatendiendo responsabilidades oficiales y políticas que en otras circunstancias podrían significarles hasta su destitución.
El Presidente López Obrador respondió ayer una pregunta específica de la prensa, para confirmar que está enterado del problema tamaulipeco y que iniciaron negociaciones para hallar una solución, aunque sin entrar en detalles.
Cientos de trabajadores se reunieron desde las ocho de la mañana en la plaza principal de Matamoros, frente al palacio municipal, obedeciendo una instrucción de Susana Prieto Terrazas dada la tarde del día anterior allí mismo.
Prieto les habla fuerte a los trabajadores, les ordena, los regaña, los aconseja, con un lenguaje carretonero, desafiante, que a veces mezcla con el idioma inglés, a veces con canciones, diciendo chistes, pero siempre tronante, dictatorial, inapelable.
Una actitud típica de un agitador profesional. Anunció que presentará una denuncia de carácter civil contra Juan Villafuerte Morales, según ella, porque “vendió” a los trabajadores, con un proyecto de contrato colectivo de trabajo favorable a los intereses de las maquiladoras.
“Vamos a obligarlo a pagarles a ustedes (con dinero) el engaño, el sufrimiento, la incertidumbre, las horas terribles que les provocó”, dijo la señora Prieto, alzando la voz y arrastrando las palabras, sin dejarles de apuntarles con el dedo, para darle un tono dramático a su exposición.
Denunció que ya ha habido víctimas del porrismo sindical que le atribuyó a otro líder sindical, Jesús Mendoza Reyes, trabajadores que supuestamente han sido blanco de ataques a golpes.
La oradora juarense, asistida arriba del quiosco por individuos de aspecto sospechoso que le ayudan a hilvanar los mensajes, maneja a su antojo a la masa obrera sin que nadie la contradiga, reclame o desafíe, pese a que es una absoluta desconocida.
Pero no todos están con ella; Villafuerte Morales tuvo ayer un encuentro con miles de trabajadores en las calles adyacentes al edificio sindical, donde los emisarios de la CTM nacional les garantizaron que serán respetados sus derechos y que nadie perderá el empleo.
Para hacer más exótico el espectáculo, sujetos estrafalarios desplegaron una manta con leyendas de solidaridad con los obreros, firmada por una izquierda socialista sin identificación, frente a la plaza principal.
Volvemos con la conferencia matinal de AMLO para comentar que anunció a los nuevos funcionarios encargados de los medios de comunicación del gobierno, favoreciendo al político jaibo Rodolfo González Valderrama, como director de Radio, Televisión y Cinematografía.
Es una chamba de medio pelo porque es la dependencia que revisa contenidos para comprobar que no ofendan la moral y las buenas costumbres. Radio y televisión están opacadas por redes sociales, y la industria del cine está colapsada.
Jenaro Villamil es el coordinador del Sistema Público de Radio y Televisión, la joya de la corona, pues se encargará de manejar estaciones de radio, canales de televisión del Estado y la agencia Notimex, con una nueva tónica editorial que no permitirá injerencia gubernamental. Autonomía absoluta.
Villamil no es sólo un reportero de la revista Proceso, sino autor de cuando menos cuatro libros de investigación y denuncia, profesor de la Maestría en Periodismo Político en la Carlos Septién y director del portal Homozapping.
Nuestro paisano Rodolfo González Valderrama es pupilo de Ricardo Monreal Avila y sus talentos le dan para más, pero con eso se conformó. Por ahora.
AMLO decretó la extinción del chayote, los sobornos a medios y periodistas, al confirmar que el gasto anual de su gobierno en ese rubro, será la mitad de lo que erogaba Enrique Peña Nieto.
Al hacer una reflexión sobre el periodismo, el Presidente López Obrador hizo destacar la importancia de la libertad de prensa, de expresión, y se comprometió a ser vigilante de la seguridad de los comunicadores, principalmente en los Estados, donde son más susceptibles de ser reprimidos.
Respecto del pago gubernamental a medios, el mandatario nacional lo justificó así: “la publicidad no es un favor. Los medios tienen una función social, son entidades de interés público y como Estado tenemos la obligación de apoyar para que no cierren los medios”.
Tamaulipas carece de una política gubernamental de comunicación social, lo que ha redundado en un distanciamiento entre los funcionarios y la sociedad. Simplemente a los dueños del poder no les interesa la opinión de la gente sobre su desempeño.
En otras notas, se confirmó la renuncia de la presidenta del tribunal electoral del poder judicial de la federación, Janine Madeline Otálora, como consecuencia del escándalo que produjo su decisión de validar el fraude cometido por el PAN en Puebla.
Otro magistrado del TEPJF, José Luis Vargas Valdez, había preparado un dictamen donde se cancelaba el resultado de la elección de Gobernadora en Puebla, por haberse comprobado un montón de irregularidades cometidas por el PAN, pero Otálora lo echó abajo.
Ella misma hizo otro dictamen donde validó el triunfo de la candidata del PAN, quien tomó posesión en medio de otras denuncias. El magistrado electoral Vargas Valdez emplazó a su presidenta a renunciar al cargo por carecer de imparcialidad.
Ya lo hizo, aunque en Puebla priva un ambiente fúnebre por el accidente aéreo que costó la vida a sus dos principales actores políticos. Otálora iba a durar en el cargo hasta el año 2025; permanecerá como magistrada.
Pero, Ojo, ese escándalo es travesura infantil, contra el que ayer detonó en la frontera tamaulipeca, con la revelación de dos secuestros y robos de mucho dinero, a manos de policías estatales.
A bordo de dos camiones Rino blindadas y una pick-up, llegaron los policías estatales al domicilio de un empresario en alfombras a su casa de la colonia Colosio, en Reynosa, por la madrugada.
Con engaños le hicieron abrir la puerta (“aquí hay personas secuestradas”) y al entrar, revisaron todos los muebles y sustrajeron alhajas y 200 mil pesos en efectivo así como otros bienes.
Adicionalmente, los policías encapuchados le exigieron al dueño de la casa la entrega de dos millones de pesos “para dejarlo en paz” y luego se fueron.
Y en Ciudad Díaz Ordaz, familiares de seis personas levantadas por otros policías estatales, bloquearon la carretera ribereña frente al hotel donde se hospedan esos agentes del gobierno estatal, panista, exigiendo su presentación.
La denuncia de los familiares afectados es de que los policías estatales sustrajeron violentamente de sus casas a las seis personas, por las que exigieron el pago de rescate, lo que fue cumplido pero no los entregaron. Video-grabaciones exhiben a los policías cometiendo el ilícito, en una de las casas.
En su encuentro con la prensa, ayer temprano, AMLO informó que los ductos que llevan gasolinas de Tamaulipas a Nuevo León fueron “pinchadas” por huachicoleros, lo que produjo un desabasto en Monterrey.
No fueron descubiertos los chupadores de ductos porque la policía se ocupa en secuestrar ciudadanos.
Cumple años Cuauhtémoc Navarro Becerra, Juan Alonso Camarillo y José Suárez López.

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