“Yo no anuncio, yo hago…”

Miguel Iceta, político español

 

Es una especie de Déjà Vu.

Ya ocurrió en el pasado cercano y lo están volviendo a vivir los protagonistas de la política nacional. Si no lo han advertido o no lo quieren ver, es problema de ellos o ellas, pero el balance es notorio.

En la campaña por la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez está imponiendo de nueva cuenta la agenda temática.

No es esto una ocurrencia en una charla de café. Como ocurrió cuando saltó al escenario como aspirante a la candidatura por la oposición gracias a su postura rebelde contra el Presidente y como decimos en el norte, “echada pa’ delante”, la candidata del Frente Amplio por México ha logrado durante los últimos días concentrar la discusión sobre sus propuestas para ocupar tiempo y espacio de sus contrincantes, alejándose del papel de comparsa en el que Morena y aliados han querido posicionarla.

La muestra más cercana –si es buena o mala, si es traspiés o estrategia– es su planteamiento sobre el cierre de dos refinerías, una de ellas en Ciudad Madero, tema que caló hasta los huesos en sus adversarios políticos

Prácticamente nadie se quedó sin seguirle el paso a la ex senadora. El  Presidente de la República, Claudia Sheinbaum, gobernadores, candidatos de todo tipo, sindicatos morenistas, todos en confuso montón se lanzaron sobre Gálvez. Y la volvieron a trepar al escenario.

El tiempo definirá el resultado de este pandemónium que armó Xóchitl, pero por lo pronto logró algo muy importante: Ser el centro de la atención electoral. Y no es cualquier cosa…

¡QUÉ ABURRIMIENTO!

Lugares comunes en discursos, frases gastadas, aplausos a quienes les deben la oportunidad, sonrisas forzadas, mares de promesas, más de lo mismo. ¿Le suena familiar lo anterior?

Las campañas de los candidatos al Senado en Tamaulipas, sin importar partidos o nombres, géneros o trayectorias, hasta ahora se han concentrado en eventos “a la vieja escuela”: Reuniones corporativistas que hace décadas dejaron de garantizar votos, pronunciamientos en los que pocos creen y alejados de proyectos concretos y compromisos sobre acciones específicas que tanto anhela escuchar y recibir el electorado tamaulipeco.

Vamos candidatas y candidatos, refresquen el ambiente, hagan a un lado las alabanzas a sus padrinos políticos y hagan suyas las necesidades populares. Opriman ese botón que hace al votante sentirse escuchado no en promesas, sino en lo más importante para ellos: Cómo van a atender sus demandas y reducir sus prroblemas si son electos.

Algo es seguro: Le pondrían fin a este largo bostezo que son hasta ahora las campañas…

APROPIANDOSE DEL PASADO

Ya sé por que al diputado local Edmundo Mon Marón le endosan la etiqueta del legislador más productivo. Le importa un comino la calidad de sus iniciativas y hasta plagiario resultó.

El tampiqueño se sacó de una añeja manga una propuesta para sancionar al ciudadano que no acuda a votar, a sabiendas de que dada la magnitud del abstencionismo en México ese planteamiento es como dice la chaviza: Una “jalada”.

Peor aún: Ni siquiera es original, porque ese tema ya fue planteado antes por la senadora Sandra Luz García Guajardo, del PAN, quien propuso en septiembre del 2016 reformar precisamente ese tema que manejó Mon Maron en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, …¡Hace ocho años!

Tal vez el diputado padezca desmemoria, pero para su descrédito muchos sí recuerdan el pasado…

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