En una población cuya expectativa de vida crece desde hace décadas, con un estilo de vida de ciudad sin actividad física rutinaria y constante, con alimento procesado y diversas bebidas disponibles a toda hora del día se genera desequilibrio en la salud que lleva directo a presentar enfermedades crónico-degenerativas que reinan como limitante de vida plena y causa de muerte, son una pandemia sin ruido, sin llamar atención, sin prevención real.
Todas las personas con enfermedad grave como cáncer se benefician con cuidados paliativos como parte de su plan de tratamiento. Incluye cuidados de apoyo administrados por su equipo de atención médica; alivio de síntomas, dolor, estrés, náuseas y otros síntomas. Ayuda con necesidades emocionales y espirituales. Apoyo para ayudarle a entender su enfermedad y diagnóstico. Asistencia para tomar decisiones médicas.
Coordinación con sus otros médicos. Seguridad de que su necesidad de cuidado físico, emocional, espiritual y social está siendo atendida. Tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida para pacientes y sus familias.
Se confunde cuidados paliativos con cuidados de hospicio. Ambos se enfocan en mejorar la calidad de vida de la persona mientras están en vida, sin embargo, cuidados paliativos son apropiados en cualquier edad y en cualquier etapa en enfermedad grave. La atención paliativa se proporciona a lo largo de la enfermedad, el cuidado de hospicio se proporciona cuando se acerca el final de la vida.
Oncólogos y enfermeras proporcionan cuidado paliativo, aunque ocupan apoyo de un equipo especializado de otros profesionales de la salud que en conjunto proveen apoyo adicional para atender necesidades de los pacientes y apoyar a estos y familiares para lograr los objetivos del tratamiento. El cuidado paliativo se centra en ayudar a las personas a obtener alivio de los síntomas causados por enfermedades graves. Se proporciona ayuda a los problemas emocionales y espirituales. Se tratan síntomas, pero no se espera que cure.
El cuidado paliativo o de apoyo se proporciona a lo largo de la experiencia con el cáncer siempre que la persona presente síntomas que requieran ser controlados. Esta atención se ofrece desde el momento del diagnóstico hasta el fin de la vida, es apropiada en personas de cualquier edad y con cualquier enfermedad grave, independientemente de su etapa. Da opciones a los pacientes en las decisiones sobre la atención que reciben. Se asegura que se atienden todas las necesidades del paciente, físicas, emocionales, espirituales o sociales.
Toda persona diagnosticada con enfermedad grave y síntomas debe recibir cuidado paliativo: problemas médicos complejos, insuficiencia cardiaca, diabetes y cáncer, entre otros padecimientos degenerativos e incapacitantes. El equipo incluye médico, enfermeras especialistas en cuidado de apoyo, trabajo social, guía de pacientes, y quien atienda necesidades espirituales.