¿Quién te empuja para generar tu ira y tira de la cuerda de la paciencia, para que tu actitud sea de molestia y nuble la razón? ¿quién es el culpable de la generación de tus pensamientos tristes, que te hacen sentir tan miserabledándole a tu vida tonos grises? ¿quién tiró la piedra y escondió la mano, para disgustarte con tu hermano?
¿Quién te mueve la conciencia a complacencia, para hacerte creer lo que con frecuencia te desanima, para estimar el valor de tu honestidad y tu decencia? ¿Quién te hace renegar de la elocuencia con la que sueles resolver los dilemas de tu complicada vida?
¿Quién te escucha cuando no paras de hablar, porque mucho tenías que decir ayer, y ahora deseas soltar por no poder aguantar más la presión, que te hace desconfiar y te extravía?
¿Quién te hizo creer que todo lo que hacías no era extraordinario, porque sólo se trataba de aquello que muchos no hacían por considerarlo extremadamente vano y rutinario?
¿Quién te robó el derecho de expresar con libertad, todo aquello que deseabas gritar a los cuatro vientos, por no lograr lo que deseabas, debido a la ambición desmedida de los que te hicieron creer que eran amigos y familia?
¿Quién te obliga a defender, a los que no respetan tu derecho a merecer, un lugar en la comunidad, por ejercer tu oficio con honestidad y humildad, sin pretender alcanzar la gloria y pasar con honores a la historia?
¿Quién te hace correr sin parar a descansar, porque distorsiona la verdad tratándote de arrebatar la dignidad con la que se escriben tus memorias?
¿Quién, que teniendo la oportunidad de corregir la distorsión, debe de obrar con atención en el presente, y sirva la ocasión para salvaguardar la dignidad de tan noble profesión sirviendo con justicia a la verdad?
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