Nuevamente, el gobierno de la llamada 4T ha hecho de las suyas, y ha desaparecido al Seguro Popular, para crear el Instituto de la Salud, en un acto, desde nuestro punto de vista, innecesario, pero requerido para una administración que gusta de llevarse aplausos populacheros y chicharroneros de la gente que ha hecho de la presente administración una pesadilla hecha realidad.

Llama la atención el protagonismo de nuestros políticos que, si no va su nombre, su logotipo, su color o su eslogan no sienten que hayan hecho algo, lo que demuestra una pobreza de mentalidad que debe ser resguardada con algo material para que la gente se de cuente que existen. ¡Pobres!

Pero no es complejo de López, sino de todos cuantos han pasado por presidencias, gubernaturas y alcaldías. Así, vivimos el “arriba y Adelante” de Luis Echeverría, o el “Voluntad y Trabajo” aquí en Tamaulipas, o el eslogan, por cierto, malísimo, que emplea el alcalde de Victoria Xicoténcatl González Uresti. Podríamos mencionar muchos más, pero los conocemos muy bien.
El caso es que el Seguro Popular desaparece y a partir de la administración actual tendremos un Instituto de la salud, con el deseo ferviente de que cubra realmente las necesidades de quienes no tienen derecho a un servicio médico y tienen que acudir al gobierno, en una obligación prioritaria de la autoridad de garantizar la salud de sus ciudadanos.

Y con el cambio mencionado, en esa actitud que sobresale, mesiánica, ególatra, vienen cambios de logos, pintura de instalaciones, papelería, pinta de vehículos y gastos más, innecesarios, porque a a la gente no le importa lo que diga la camioneta, sino recibir sus medicinas y atención.
Argumenta la administración federal malos manejos en un proyecto que funcionó por un sexenio, y o se han dado cuenta que llegó a casi todos los rincones de nuestra entidad, en un esfuerzo que se ha compaginado entre la Federación y el estado de Tamaulipas, logrando cubrir las necesidades de prácticamente todos los tamaulipecos.

Pero bueno, no hagamos leña del árbol que aun no crece, y dejemos que los “cuatroteínos” hagan su proyecto y nos entreguen resultados

Finalmente, lo que importa es que el beneficio del servicio médico pueda alcanzar la cobertura total en salud, meta prioritaria de todos los gobiernos.
Y entonces vendrán las modificaciones al escalafón, logrando algunos seguidores de la 4T alcanzar un “huesito” para ellos, desbancando a otros, pero insistimos mucho en que lo que más importa es disminuir la incidencia de problemas que llegan por causa de diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, los males mayores y más grandes “asesinos” del siglo que vivimos.
Supone la medida presente un cambio en estrategias, y modificación de programas considerados prioritarios y que seguramente cambiarán de nombre, pero estarán encaminados a atender a menores, ancianos, madres gestantes, adolescentes, embarazos prematuros, cáncer de mama y todos esos programas que se han convertido en bálsamo para millones de mexicanos, y seguramente tendrán su impacto en Tamaulipas.

Nuestro ferviente deseo es que los cambios que por ley vendrán no afecten el buen paso que tiene la cobertura sanitaria en la entidad y que se pueda seguir llegando a aquellos lugares remotos mediante las múltiples estrategias que se tienen. Deseamos, principalmente, que haya un solo camino y se unan esfuerzos entre Federación, estado y municipio, para que no se gaste doble, y que los recursos puedan eficientarse en bien de los que requieren atención y no cuentan con recursos para hacer frente a situaciones médicas que se presentan.

Ya tendremos próximamente noticias al respecto. Por lo pronto, el Senado ya aprobó el cambio, uno más en esta administración más preocupada por sus eslóganes, logotipos, colores que en los resultados que queremos los mexicanos, urgidos de saber que contamos con u gobierno eficiente.
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