Al asumir Peña Nieto la Presidencia, la expectativa social, en especial en manejo de la seguridad pública, era de entusiasmo, parecía que el segundo aire del PRI le daría 30 años de vida. A 5 años, el PRI estaba bajo tierra, sepultado por errores y ambiciones sin control y excesos de poder; por corrupción ampliada y tan profunda que entronizó al crimen organizado, actividad a la que se sumó millones de mexicanos que por su cuenta ejercen este modo de vida pues la impunidad es otra causa de la muerte del PRI.
La gasolina pasó de $10 a $21 el litro. El Peso de 13 a 21 por dólar. La tortilla duplicó su precio. El bolillo lo triplicó. El huevo lo cuadruplicó. La deuda externa se duplicó, de 4 a 8 mil billones de dólares. Es el sexenio más violento desde la Revolución. Muertos y desaparecidos forzados suman 200 mil. E número de fosas clandestinas aumenta cada mes con el descubrimiento de más tumbas.
El rayito de esperanza encandiló la visión de millones de electores desencantados del Pan y del PRI. Así, las promesas mesiánicas de López Obrador evitaron con éxito el rasero de la razón, la reflexión y el análisis. Se impuso la emoción. Por ella ahora es presidente electo. MORENA, partido político formado por desertores que en su momento, principalmente el PRI, no les concedió su capricho, es el poder.
Aunque López Obrador no es Presidente, la incongruencia política de MORENA se ve y se siente. El nuevo niño verde, Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, es Senador, violando la Constitución en una demostración de que los legisladores de MORENA saben jugar en equipo cometiendo las aberraciones que criticaban al PRI.
Quitar el impuesto a la gasolina, promesa de campaña, es un tema por el cual se perdió interés. La pensión universal aplicará, prometió el presidente electo, bajo condiciones distintas a las prometidas en campaña. Los ninis, sin ingreso que en campaña se les prometió y sin trabajo. Quienes integran el Congreso aseguraron en campaña acabar excesos de poder; refrigerios, botanas, edecanes, seguros de vida, automóviles, etc., por lo pronto reculó en refrigerio y edecanes, lo demás es cuestión de que no se informe al pueblo y gozarán de cuanta prebenda deseen. La construcción del aeropuerto siempre si continuará acorde a lo planeado.
De no ser una cuestión de grave riesgo, que atenta contra la seguridad nacional, que pone en riesgo la estabilidad nacional, el modo de tomar decisiones por los legisladores, ya me hubiera ganado la risa a carcajadas.
Ruego al Todopoderoso que por lo pronto no muera López Obrador. La asonada tomará el poder y el totalitarismo sin careta, será el modo de gobierno