A estas alturas usted ya debe estar enterado, México tiene nuevo titular en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la persona de Norma Lucía Piña Hernández, tras superar tres rondas de votación, un procedimiento que no deja duda en su transparencia.

Manchada por la sombra del plagio, estuvo en el debate nacional como pocas veces ha ocurrido la elección de la presidencia de la SCJN;  un acto que siempre se ha dado en el círculo interior del cónclave de los ministros, procedimiento en el que aunque los integrantes de este órgano son los que vota para elegir a la cabeza de ese poder, de alguna manera ha estado presente la influencia presidencial.

La ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien lucía como la favorita del régimen (expresidenta del Tribunal de Justicia en laCd- de México), cayó frente a la “sospecha” de plagio de su tesis. Lo entrecomillamos porque a la fecha no hay una sentencia formal, en cambio hay dos declaraciones, una académica y otra judicial, en la primera, es la UNAM la que afirma: “la tesis legal es la que primero se presentó”, y obviamente no es la de Yasmín. Mientras que la Fiscalía de laCd, de México concluyó “que no hubo plagio de tesis”.

Claro que el tema es de tipo académico y la voz autorizada es la de la UNAM. Ahora que si se procediera a iniciar un demanda de tipo legal, por parte del autor de la tesis plagiada (que tiene fecha más antigua), entonces cabría la declaración de la Fiscalía, dependencia alineada al actual régimen y que obviamente tuvo, de alguna manera que hacer algo a favor de la ministra Esquivel.

Esta es la primera vez, en 200 años de historia, que el STJN es presidido por una mujer, la ministra Norma Lucía Piña Hernández cuenta con 34 años de trayectoria en la que se ha caracterizado por defender, el derecho al aborto, la legalización de la marihuana y los derechos de la comunidad LGBT, tendencias que son distintivas de la 4ª Transformación, es la figura emergente, pero identificada con la corriente guinda.

EN LA MIRA EL AUDITOR ASCANIO

La banca de Morena en el Congreso del Estado se prepara para realizar modificaciones a la ley, y de esa manera proceder a la remoción del Auditor Superior del Estado, ingeniero Jorge Espino Ascanio, un elemento de la corriente “cabecista” y que está blindado en cierta forma, en virtud de que se requieren las tres cuartas partes de los votos de la LXV Legislatura, y además de la aprobación de la mayoría de los 43 alcaldes tamaulipecos.

Como Usted ve, no está fácil, sin embargo, los municipios serán los más disciplinados ante el Poder Ejecutivo por razones obvias. En cuanto  a los diputados, es una operación política que se antoja urgente para modificar el peso político de la corriente azul, es decir disminuirla, para fortalecer a la morenista, no sólo para realizar cambios en la titularidad de algunas responsabilidades del Poder Ejecutivo, sino para poder alinear al Poder Legislativo con el Poder Ejecutivo.

La primera actividad será en el seno de la Diputación Permanente el próximo jueves 5 de febrero, fecha oportuna para partir la rosca de reyes y los saludos de Año Nuevo, pero de que existe el propósito de rectificar las condiciones heredadas por los antecesores, de eso ni duda cabe, será en la segunda quincena de enero cuando arranquen los trabajos legislativos en forma y a partir de ahí estaremos viendo los cambios de ruta.

SIN MEDICINAS Y A OSCURAS EL HOSPITAL DE JAUMAVE

Francamente dramático es el cuadro que presenta el Hospital Integral de Jaumave desprovisto de medicamentos, materiales de curación y en tinieblas al carecer del servicio de energía eléctrica, en estas condiciones es prácticamente imposible prestar atención a quienes necesiten ayuda.

En este último punto, además de la irresponsabilidad de las autoridades de Salud, está el papel de la CFE, eso en el caso de que se deba la falla a su responsabilidad, porque a una institución de salud no se le puede cortar el servicio, no puede desatenderse el suministro del fluido eléctrico por la naturaleza de sus funciones.

El portal informativo Muro Político relata que el nosocomio es iluminado con veladoras ante la falta de servicio eléctrico.

Además en redes sociales circulan denuncias en el sentido de haber dado aviso al alcalde José Luis Gallardo Flores (que llegó al poder por la vía independiente) para que se dirija a otros niveles del sector público para resolver las carencias, o cuando menos proporcionar materiales de curación y medicamentos para atender las emergencias, sin embargo no se ve ninguna respuesta.

Por otra parte, sabemos que de 280 millones de pesos que se requerían en el inicio de la gestión estatal para proveer de medicamentos a las unidades médicas, el Gobierno de Américo Villarreal aportó casi 200 millones. Esas demandas estaban calculadas para terminar 2022, pero el 2023 es otra historia, ojalá que se escriba en mejores condiciones.