Grupo Coppel, de Agustín Coppel, cerró un crédito con Santander, BBVA, HSBC y Scotiabank por 40 mil millones de pesos, operación más importante para un retail, en América Latina. El crédito, negociado a 5 años por el equipo de Finanzas del Grupo, involucra al retail y el omnicanal, y aprovecha tasas bajas actuales para reperfilar la deuda bancaria de 35 mil millones de pesos que vence en 2021 y 2022 y otros dos créditos bilaterales por monto de 3 mil millones de pesos.
Esta estrategia acelera su inversión en plataforma de e-Commerce y el Marketplace; en infraestructura logística para mejorar el proceso de entrega a clientes; apertura de 400 nuevas tiendas con diferentes formatos (zapaterías, sólo muebles o formatos intermedios con banco o servicios financieros), mejoras en posventa con servicios de instalación, ofrecimiento de garantía extendida, revisión del negocio de seguros. Otro componente es la aplicación de recursos en proyectos sociales y ambientales, auditables. Su cumplimiento conlleva compromiso para bajar la tasa de interés.
El ambiental es un compromiso para instalar paneles solares en tiendas y aumentar muy significativamente, de 3 Mw/hora pico instalados a 86Mw/hora pico, en 3 años. Serán colocados en 873 tiendas de 1,600, en 19 de 23 bodegas y en sus centros de distribución, significa 50% de su necesidad de energía en horas pico. El segundo, es un compromiso de género para elevar de 30% a 40% el número de mujeres en posición de liderazgo. Su plantilla es mayoritariamente de mujeres. Coppel se colocó durante 2020 en el lugar 17 de empresas más grandes. Sus ventas sumaron 188 mil millones de pesos, crecimiento de 3%.
La manera de viajar en avión cambió. Largos traslados al aeropuerto, largas filas de espera en mostradores, revisiones complicadas, espera para abordar y sufrimiento para dejar el aeropuerto de destino y llegar al punto de viaje. La atención y comidas se degradaron en los vuelos. Se añade la peor crisis aeronáutica. EE. UU., nos degradó a Categoría 2 por falta de presupuesto de la Agencia Federal de Aviación Civil, lo que impide incrementar vuelos a EE. UU. Reactivar Mexicana de Aviación parece misión imposible. Perdió todos los activos que la hacían operable. A 10 años de parar operaciones, carece de flota y de slots (espacios en el aeropuerto) La quiebra fue un desastre, muchos de sus trabajadores no fueron liquidados. El último propietario, Gastón Azcárraga, salió del país por conflicto de pago de impuestos. Sólo 30% del personal de Aeroméxico, sobrecargos y pilotos, llegó de Mexicana.
Interjet, con pequeña flota y unos slots enfrenta tiene deuda fiscal, con Seneam, el aeropuerto y trabajadores. Perdió 90% de su flota. Su titular, nieto del expresidente Alemán huyó del país por deuda fiscal por de 65 millones. La aerolínea con manejo responsable es Aeroméxico. Aun así, entró al Capítulo 11 de Ley de Quiebras de EE. UU., para recibir 1,000 millones de dólares de financiamiento. O paga, o diluye su capital. Las líneas sen México se operan por depredación para ir a la quiebra y empezar el mismo negocio bajo otro nombre, mientras, “lo caído, caído”.