A pesar de todo lo malo por lo que estás pasando, o piensas que te la estás pasando mal,  si sonríes por un momento, sentirás que ese momento tiene un valor incalculable y encuentras en él un pequeño destello de esperanza, levantando lo suficiente tu ánimo como para seguir adelante; de pronto te das cuenta, que en realidad no has perdido tus valores como persona y que por más abrumados por los problemas que se encuentren otras personas ligadas a tu vida, siempre cabrá la oportunidad de que se puedan contagiar de ese destello de alegría que puede ser muy de ellas o puede ser el reflejo humano de que aún tienen esperanza de que todo cambie para bien.

Si lo que te preocupa es el mal estado sanitario en que se encuentra tu ciudad a causa de la pandemia de Covid-19, piensa en el tiempo que ha pasado desde que llegó a tu comunidad  el virus, y si tuviste la gran fortuna de no haberte contagiado o de sólo haber experimentado manifestaciones leves de la enfermedad y no te dejaron secuelas, sonríele a la vida y dale gracias a Dios, sigue cuidándote y no pierdas la esperanza de que pronto pasará esta terrible experiencia que nos ha sacudido en todos los sentidos.

Sonríele a la vida, si aún puedes salir de tu casa con los cuidados necesarios y llegar a una tienda de autoservicio para surtir la despensa, si puedes tocar con tus manos una fruta, llevarla a tu nariz y disfrutar su aroma y que mejor, si después de lavarla te decides a comerla y el sabor de la misma te parece mejor que nunca.

Pase lo que pase, o ya sea por lo que estás pasando, no dejes de sonreír, no importa que sólo sea un pequeño destello de lo que tienes guardado en tu corazón y tiene prisa ya por salir para decirle al mundo que la vida es bella.

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