La economía mexicana cerró 2018 con crecimiento 2.1%, cifra mediocre dada la aceleración en el crecimiento económico global, en particular de Estados Unidos. A pesar de un mejor entorno económico, el crecimiento se afectó por la continua caída de la producción de petróleo, la desaceleración en el consumo interno, el anémico desempeño de la inversión pública y de la privada.
La inversión y el gasto público se recortaron por política económica para reducir la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto y mejorar la capacidad de gasto; a la inversión privada la afectó la falta de certidumbre en la renegociación del Tratado de Libre Comercio, la elección presidencial en el país y el endurecimiento en las condiciones financieras globales. La economía enfrentó una política monetaria de restricción pues el Banco de México incrementó la tasa de interés en 5.25 puntos porcentuales desde que comenzó el ciclo de incremento en 2015.
La expectativa apunta a una desaceleración en el crecimiento de 2.1% en el 2018 a 1.8% en 2019. Los riesgos externos que enfrenta el país es que la economía global, en especial de Estados Unidos, se desacelera, las condiciones financieras globales se endurecen y aunque el dólar ha cedido terreno, los mercados emergentes son vulnerables a las tensiones comerciales a nivel internacional. Por la parte interna, el cambio de régimen en México genera incertidumbre sobre el rumbo de la política económica.
Aunque la nueva administración no se cansa de reiterar su compromiso con la estabilidad macroeconómica y financiera, la forma heterodoxa en la que justifica decisiones, entre las que destaca, cancelar el aeropuerto, en las que prioriza lo político sobre la lógica económica, genera dudas sobre dicho compromiso.
La curva de aprendizaje para una nueva administración se traduce en un lento desplazamiento de la inversión y el gasto público, y retrasos en la recuperación de IVA para las empresas. Aunque la cuenta externa y las razones de endeudamiento público se mantienen sanas, la economía mexicana crecerá más cerca a 1 que a 2% este año.
La calificadora HR Ratings bajó la perspectiva de crecimiento de 1.9 a 1.7 %, consecuencia de la perspectiva menos optimista de la economía. Espera que la exportación se mantenga con buen desempeño, pero creciendo menos que en 2018, ante la desaceleración económica de Estados Unidos. La agencia comentó que la estimación del PIB para el cuarto trimestre de 2018, publicada por INEGI, de 1.9%, es señal de efecto de la desaceleración.
Estimó que la dinámica de indicadores de consumo e inversión será afectada por la política monetaria restrictiva por el Banco de México, que mantendrá tasas elevadas en el primer semestre del año. HR Ratings considera que el Banco de México colocará su tasa de política monetaria en 7.75% al cierre de 2019.
Crecimiento de la Economía
La economía mexicana cerró 2018 con crecimiento 2.1%, cifra mediocre dada la aceleración en el crecimiento económico global, en particular…